La región Valles Centrales de la sección 22 de la CNTE está vinculada con la Liga Clasista Magisterial, una organización que busca la transformación radical del país, combatiendo a los caciques feudales, terratenientes y la burguesía del Estado.

 

Las otras seis regiones también tienen relación con otros movimientos sociales, como los magonistas, el Ejército Zapatistas, el bloque democrático independiente e incluso el con Andrés Manuel López Obrador.

 

Los “clasistas” que apoyan al magisterio repudian al sector socio económico más alto de la sociedad, pero también a lo que llaman “charrismo sindical” e incluso el oportunismo generado al interior del Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO), según lo establece un manifiesto emitido por el grupo La Chispa Clasista.

 

La región de Valles Centrales, a la cual pertenece el secretario de organización del magisterio oaxaqueño Francisco Villalobos, es considerada el ala radical de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) responsable de inclinar la balanza a favor de mantener el plantón en el Distrito Federal.

 

Con este contexto, la Sección 22 emitió los resolutivos de la Asamblea Estatal Permanente del 23 de septiembre. Entre los nuevos acuerdos destacan las acciones “contundentes y que perjudiquen a la clase empresarial del país”.

 

Esta región ha sido señalada como la que propone las acciones más duras: el intento de tomar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; el cambio de la ruta de la marcha hacia la Cámara de Diputados el 1 de septiembre, a pesar del cerco de granaderos; así como la insistencia de mantener el campamento en el Zócalo capitalino sin importar el posible enfrentamiento con la Policía Federal.

 

El resto de las regiones de Oaxaca también tienen influencia de otros movimientos sociales.

 

La región Cañada mantiene una relación con el movimiento magonista, que pugna por abolir el poder y establecer un autogobierno; en tanto, la zona de la Sierra se identifica con sus vínculos con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que tiene presencia en Oaxaca desde hace varios años.

 

La Costa, la Mixteca y una pequeña parte de los Valles Centrales conforman el bloque democrático independiente, del cual las últimas dos regiones son consideradas la parte moderada de la Sección 22.

 

No obstante, hay otros grupos involucrados en la movilización magisterial, como el Frente Popular Revolucionario, la Coordinación de Bases, el Frente Amplio de Comunidades Marginadas del Estado de Oaxaca y el Partido Obrero Socialista.

 

De la región de la Costa surgió el actual secretario general Rubén Núñez Gines, un maestro activista de Putla Villa de Guerrero, y quien asumió el cargo en septiembre del año pasado. Tras asumir la dirigencia del magisterio, medios locales cuestionaron la postura que habría de asumir al interior del movimiento: moderada o radical.

 

En los últimos 37 días, al interior del movimiento surgieron las críticas en contra de Núñez por mantener el diálogo con la Secretaría de Gobernación y no realizar acciones más radicales, como ocurre en Oaxaca. Incluso, se establecieron las comisiones ampliadas que se sumaron a las mesas de diálogo para evitar pactos “en lo oscurito” con el gobierno.

 

Las diferencias entre los dirigentes y las bases se hizo más evidente después de que desistieran de regresar al Zócalo. El lunes pasado, Núñez no estuvo presente en las movilizaciones a las embajadas y ayer se sumó al contingente mucho después del inicio de la marcha; en su lugar, estuvo el secretario general, Francisco Villalobos