CARACAS. El gobierno de Nicolás Maduro incumplió nuevamente el plazo reglamentario para dar a conocer las estadísticas de inflación del mes de octubre, con lo que ya son dos meses sin que se publique la evolución de los precios en Venezuela.

 

 

El Banco Central de Venezuela (BCV), encargado de la medición de la economía, no ha reportado la inflación de septiembre y octubre, a pesar de que su reglamento establece que antes de los primeros 10 días de cada mes dicho ente distribuirá los datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

 

 

La demora se suma a la de los resultados del Producto Bruto Interno (PBI) durante 2014, la balanza de pagos del año y del último trimestre de 2013 o el índice de escasez de productos básicos desde febrero hasta octubre, entre otras estadísticas.

 

 

El último reporte precios, dado en septiembre, indica que la inflación entre enero y agosto fue de 39%, mientras que en el lapso entre agosto de 2013 y 2014 el repunte de precios fue de 63.4%, la más alta de América Latina.

 

 

En cuanto a la escasez, el dato de enero señala que fallaba el abastecimiento de más de uno de cada cuatro productos básicos.

 

 

El mes pasado, el Banco Mundial consideró que los retrasos en la divulgación de estadísticas oficiales rememoran prácticas pasadas en América Latina y afectan a la capacidad de las instituciones internacionales para evaluar el desempeño del país suramericano.

 

 

Al cierre del año 2012, la inflación había sido de 20.1%, obtenido en parte gracias a la postergación de varios ajustes de precios controlados en medio de la última campaña presidencial del fallecido Hugo Chávez .

 

 

Pero en 2013 el aumento de los precios registrados por el BCV tuvo un salto de 56.3%, en un contexto de sequía de divisas para el sector productivo local y caída en las importaciones del sector privado.

 

 

Pese a la alta inflación conocida en 2014, mayor a la de 2013, el gobierno venezolano plasmó en su proyecto de presupuesto de 2015 una inflación entre 25% y 30%.

 

 

El Fondo Monetario Internacional prevé que este año y en 2015 la inflación de Venezuela será superior a 60%.

 

 

Ante la escasez, Barbies de Mattel

 

 

 

El gobierno de Maduro anticipó el festejo de la Navidad. Desde el año pasado, esta festividad comienza a celebrarse a partir de noviembre en Venezuela, un mes antes de lo habitual en el resto del mundo.

 

 

 

La Navidad es para Maduro una excusa para incentivar el alicaído consumo en un país que enfrenta una recesión cada vez más profunda. Por eso, el objetivo central del gobierno bolivariano en los próximos días será garantizar que no suban aún más los precios en el país, en ese panorama ha impulsado la venta masiva de muñecas Barbie justo en temporada navideña.

 

 

Madres, abuelas y niñas han venido desocupando las estanterías decoradas por las Barbies que vienen con el sello de la compañía estadunidense Mattel, a lo largo y ancho de Caracas, cuando se enteraron de que el gobierno ordenó a grandes almacenes y tiendas de cadena a vender la codiciada y escultural muñeca de plástico a precio ganga de 250 bolívares; unos 2.50 dólares de acuerdo con la tasa del mercado negro del dólar durante esta temporada navideña.

 

 

Desde hace varios años, el gobierno socialista de Venezuela ha impuesto un control de precios para productos de primera necesidad como la leche, los pañales, o los detergentes. La medida ha sido acompañada del anuncio de la pena de cárcel a los minoristas que acumulen bienes y luego los vendan a un precio superior al que las autoridades consideran como margen justo de ganancia. Críticos de estas medidas dicen que estos controles desalientan las importaciones y constituye una de las principales razones de la crónica escasez de productos que padece el país.