Las madres de cinco de los 43 estudiantes desaparecidos hace casi un año en Ayotzinapa, Guerrero acudieron hoy al Congreso de Estados Unidos como parte de su campaña para ser recibidas por el papa Francisco, con motivo de la visita de cinco días del pontífice al país estadunidense.

 

De la mano del grupo activista “Ayotzinapa acude al papa”, las madres de cinco de los desaparecidos viajaron desde México a Estados Unidos para acompañar en su visita a Francisco, que llega hoy a Washington, con la esperanza de que las reciba en algún momento de su viaje y haga un llamamiento por su causa.

 

“Que se interese en el caso de Ayotzinapa, porque lo que estamos pasando es algo desesperante (…) y que hable con el presidente (Enrique Peña Nieto) para que nos diga dónde están nuestros hijos”, explicó a Efe Hilda Legideño, madre de Jorge Antonio Tizapa, uno de los 43 estudiantes desaparecidos.

 

Los estudiantes desaparecieron a manos de policías corruptos por órdenes de Jose Luis Abarca, entonces alcalde de Iguala (Guerrero), donde se ubica la escuela de Ayotzinapa, mientras que las autoridades mexicanas insisten en que miembros del cártel de Guerreros Unidos, en una alianza con los policías, asesinaron e incineraron a los estudiantes en un vertedero.

 

“Tenemos la fe de que pueda hacer un comunicado, que haga un llamado a Peña Nieto para que nos entregue a nuestros hijos, que es lo único que queremos”, añade Legideño, al insistir en que fueron las fuerzas de seguridad mexicanas quienes intervinieron en la desaparición de los jóvenes y, por tanto, el Gobierno ha de saber su paradero.

 

Las madres, que han viajado por varios países para reivindicar su caso, tratarán de encontrarse con el sumo pontífice durante su estadía en Filadelfia, donde asistirán al Encuentro Mundial de Familias que liderará Jorge Bergoglio.

 

Luchadoras incansables, las cinco madres de los jóvenes desaparecidos dicen que no pararán hasta encontrar a sus hijos, quienes -según ellas- siguen vivos y el Gobierno mexicano sabe dónde se encuentran.

 

“Nosotros siempre hemos sabido que nuestros hijos estaban con vida y están con vida. Por nuestros hijos vamos a hacer lo que sea. Desgraciadamente con el Gobierno mexicano no hemos recibido respuesta, y por eso tenemos que salir a buscarlas”, dijo Hilda Hernández, madre de César Manuel González.

 

No obstante, estas madres aseguran que no solo quieren transmitir al papa lo ocurrido con los 43 jóvenes desaparecidos hace un año, sino que pretenden trasladar el drama de todo un país.

 

“Le queremos transmitir todo lo que estamos pasando como padres, pero también todo lo que está sufriendo el pueblo mexicano. Desgraciadamente no somos los únicos, somos 43 familias de Ayotzinapa, pero hay más de 26.000 desaparecidos en México. Vamos a pedir por todos, y decirle que haga un pronunciamiento por los derechos humanos de los mexicanos”, aseveró Legideño.

 

Asimismo, las madres tratarán de reunirse hoy con varios congresistas y senadores aprovechando el viaje a la capital estadounidense para entregarles el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI Report), que rechaza la versión del Gobierno mexicano sobre la muerte de los jóvenes.

 

Perla Lara, portavoz del grupo activista “Ayotzinapa acude al papa”, explicó que se trata de un momento perfecto para que el pontífice ponga el acento en las violaciones de derechos humanos que vive México, coincidiendo su visita a Estados Unidos con el primer aniversario de las desapariciones este 26 de septiembre.

 

“El 70 por ciento de los municipios de México, según datos del Gobierno, están infiltrados por el narcotráfico. Ayotzinapa es un síntoma, un símbolo, es una bandera, pero en realidad es un problema de fondo en el que también tiene corresponsabilidad EU porque se ha equivocado dándole el dinero a la gente equivocada, y están llegando las armas donde no tienen que llegar”, alegó.

 

“El problema es mayúsculo, (…) y México es el segundo país más católico del mundo, por lo que (el papa) tiene una responsabilidad tanto como líder religioso como jefe de Estado para pronunciarse por la defensa de los derechos humanos de los mexicanos”, añadió.