BEIJING. China pretende convertirse en 2025 en un poderoso manufacturero mundial, a fin de asumir el liderazgo en esa área económica en 2049, cuando celebrará el primer centenario de la Nueva China.

 

Made in China 2025 (Hecho en China) es el primer plan de acción de 10 años de duración diseñado para transformar al país de un gigante manufacturero en una potencia mundial del rubro.

 

El plan fue revelado este martes por el Consejo de Estado, el gabinete de gobierno, y consta de nueve tareas prioritarias y 10 sectores principales, que se vinculan en cinco grandes proyectos.

 

Made in China 2025 estará orientado hacia el mercado, pero guiado por el gobierno chino, indica el propio documento de acuerdo a un despacho de la agencia Xinhua.

 

Las nueve tareas prioritarias son la mejora de la innovación tecnológica, integración de tecnología de la información e industria, ampliación de la base industrial y la promoción de las marcas chinas.

 

También el refuerzo de las tecnologías verdes, fomento a los descubrimientos en los 10 sectores prioritarios, así como el avance en la reestructuración del sector manufacturero.

 

Se incluye por último la promoción de servicios orientados a las manufacturas y las industrias de servicios, así como internacionalización de las manufacturas chinas.

 

Este plan considera como sectores prioritarios a las nuevas tecnologías de la información, herramientas de control y robótica, equipo aeroespacial, ingeniería oceánica y barcos de alta tecnología.

 

De la misma manera equipamiento ferroviario, ahorro de energía y nuevos tipos de vehículos, equipo motriz, nuevos materiales, maquinaria agrícola, tecnología y aparatos médicos.

 

De los cinco proyectos principales, solo se reveló la creación de un centro de innovación tecnológica.

 

El plan se dio a conocer al día siguiente de que el mismo Consejo de Estado reveló las prioridades para la reforma económica este año, que incluye el adelgazamiento de la administración y dotar de poder a los niveles administrativos bajos.

 

También la promoción de la convertivilidad del yuan y el lanzamiento de un esquema de conexión de las bolsas de Shenzhen y Hong Kong.  DM