La trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual es una preocupación constante en la carrera como directora de la modelo y actriz, Mabel Lozano, un asunto que ha llevado también a su último documental, “Chicas nuevas 24 horas”, para el que reclama “soluciones transversales”.

 

Lozano presentó este filme en el XIV Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián, en una rueda de prensa junto a Rocío Mora, de la APRAMP, la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida con la que colabora.

 

”Chicas nuevas 24 horas” es un proyecto que nació hace cinco años a partir de un anuncio de un periódico publicado con esas mismas palabras, y que Lozano rodó en Colombia, Perú, Argentina, Paraguay y España.

 

Su primer trabajo, “Voces contra la trata de mujeres”, que filmó rodado en Rumania, Moldavia y España, es de 2005 y pasó inadvertido hasta que lo compró un canal televisivo dos años después.

 

Vuelta a la trata

 

Les siguieron otros filmes sobre diferentes temáticas, pero relacionados con el mundo de la mujer, aunque siempre ha vuelto a la trata de mujeres porque considera que es un problema que sigue siendo invisible para muchos pese a tenerlo muy cerca.

 

“En 2005 era un delito muy incipiente, se percibía como extracomunitario, algo que no tenía nada que ver con España. Pero la trata está aquí, es un delito con el que convivimos y consentimos”, ha destacado.

 

Ha señalado que la trata de mujeres está cada vez más vinculada al crimen organizado, a redes “muy duras”, y las chicas, que viven situaciones de pobreza, desigualdad y también son víctimas de violencia intrafamiliar en algunos casos, “están aquí y se las compra todos los días”.

 

Lozano no cree que la legalización de la prostitución sea la solución, como asegura que no lo ha sido en países donde es legal, como Holanda y Alemania.

 

Dice que ella no tiene la receta, pero que, en cualquier caso, esta tiene que ser transversal, desde la educación y el empoderamiento de las niñas “para que digan no al sueño migratorio”, a la responsabilidad del demandante de prostitución, y el trabajo con los países de origen de esas mujeres.

 

 

 

De la trata, se sale, con ayuda

 

Los medios de comunicación también son fundamentales a la hora de abordar estas cuestiones, ha señalado Lozano, que ha precisado que, aunque la trata de mujeres afecta sobre todo a esclavas sexuales también hay un porcentaje mujeres que son explotadas laboralmente.

 

“De la trata se sale y todos podemos aportar”, ha subrayado la realizadora, que ha destacado el trabajo que realizan las miembros de APRAMP, que atienden a una media de 280 mujeres diarias.