RÍO DE JANEIRO. La Fiscalía brasileña acusó al ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva de ser el “comandante máximo” de un “sobornoducto” organizado en su Gobierno (2003-2010) para, con recursos desviados de diferentes organismos estatales, financiar a sus aliados políticos.

 

El fiscal Deltan Dallagnol, coordinador de las investigaciones sobre el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, acusó al ex Presidente de ser “el maestro de la orquesta criminal del Lava Jato”, en una denuncia que la defensa de Lula descalificó por considerar que se basa en “piezas de inconsistencia cristalina” y responde a motivaciones políticas.

 

Lula, dijo el fiscal en una rueda de prensa, “estaba en la cima de la pirámide del poder” y el esquema de corrupción “debía ser manejado por alguien que tuviese el control de la maquinaria del partido y de la maquinaria del gobierno”.

 

“Lula era el hilo común y necesario entre el esquema político y de gobierno”, insistió Dallagnol, en una denuncia que alcanza también a su esposa, Marisa Leticia, y otras siete personas, en el marco del mayor proceso por corrupción en la historia de Brasil.

 

Para el fiscal no hay duda de que el ex Presidente fue el cerebro de los desvíos de Petrobras, que se extendieron a diferentes organismos, como los ministerios de Planificación y de Salud y la también estatal Eletrobras.

 

Según Dallagnol, las redes de corrupción en el Gobierno de Lula dependían del nombramiento de altos funcionarios dispuestos a recaudar recursos, siguiendo el mismo esquema que funcionó en el “mensalao”, como se conoció el escándalo destapado en el primer mandato del expresidente por desvíos de fondos públicos para distribuir entre sus entonces aliados políticos.

 

Para el fiscal, la corrupción en Petrobras fue favorecida por funcionarios indicados por el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula; el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del hoy presidente Michel Temer, y el Partido Progresista (PP), y que tenían la misión de cobrar sobornos para sus respectivas formaciones.

 

“Tanto el mensalao como el petrolao dependía del nombramiento de altos cargos y Lula, el único con poder de nombrarlos o despedirlos, fue el verdadero maestro de esa orquesta criminal. Lula era el elemento común para hacer esas dos máquinas rodar, la máquina del partido y la máquina del Gobierno”, dijo. Agencias

 

La denuncia presentada

 

 

Por los delitos de corrupción activa, corrupción pasiva y lavado de dinero se refiere únicamente a los favores que el expresidente recibió de la constructora OAS, una de las más de veinte empresas ya condenadas por el pago de sobornos a cambio de adjudicarse millonarios contratos con Petrobras.

 

Pruebas ante la Justicia de que Lula recibió favores por 3.7 millones de reales (1.1 millones de dólares) de la OAS, empresa que pagó, reformó y amuebló un apartamento de tres pisos en la playa por el que el ex Presidente sólo había pagado una cuota inicial y cuya propiedad niega.
La OAS también pagó los costos de un millonario contrato de arrendamiento por el depósito en el que el ex Jefe de Estado guardó durante cinco años los regalos que recibió durante su Presidencia. Esos “favores”, fueron parte del pago por tres contratos por 87 millones de reales 26.4 millones de dólares) que la OAS se adjudicó de forma irregular para obras de dos refinerías de Petrobras.