¡Qué gusto saber que Luis Miguel y Alejandro Fernández se arreglaron! El viernes lanzaron un comunicado para informar que se llegó a un acuerdo, en el que ambas partes están satisfechas. Los abogados de los artistas lograron proponer una estrategia para que El Potrillo recupere sus seis millones de dólares y El Sol los pague a través de conciertos o con dinero.

 

Suponemos que es más fácil que se realice la gira pactada, la que detonó el desacuerdo, ya que la empresa de Alejandro le pagó por anticipado varias fechas y Luis Miguel simplemente no cumplió. Si El Sol no tiene dinero, es más sencillo, pagar con su presencia y voz. Así como lo hizo con la disquera Warner Music: en lugar de pagar la multa, accedió a lanzar un material discográfico, hacer videos y lo que corresponda para que se convierta en un éxito. Al parecer LuisMi, está dispuesto a resarcir los daños y a limpiar los desastres del pasado, a fin de poder iniciar de nuevo. Ya tiene programadas tres presentaciones en el Auditorio Nacional, por lo que se ve que también hizo un acuerdo con OCESA.

 

El cantante tiene un instrumento privilegiado, que es su voz, pero sus malas decisiones lo llevaron a la ruina y hoy intenta reconstruir su imperio. Con ayuda de su amigo de la infancia, Miguel Alemán Magnani, y haciendo caso de los consejos de su abogado, Rafael Heredia, y de su otro amigo, Rafael Herrerías.

 

 

¿Se acuerdan que habían atacado a Yuri? Por su opinión sobre la adopción entre parejas gay. Pues fue poco lo que dijeron a la cantante comparado con lo que leí en contra de Laura Zapata, quien afirmó que si los homosexuales quieren adoptar se inclinen por perros, gatos, urones, víboras, ratones o pajaritos, pero no está de acuerdo en que una pareja del mismo sexo críe niños. La actriz afirma que la naturaleza marca que una familia debe ser formada por un hombre y una mujer.

 

Categórica dijo que es su opinión y deben respetarla. No está de acuerdo con los cambios que ha dado la ley para dar paso a este tipo de situaciones. Le escribieron cualquier cantidad de insultos, desde los desagradables, hasta los más ofensivos.

 

Queda claro que uno debe respetar los derechos de los demás y nuestra libertad termina donde comienza la libertad del otro, pero es una línea tan delgada que ahora todo lo consideramos discriminación y ya no puede haber diferencia de ideas. El que Laura Zapata diga que no está de acuerdo, no quiere decir que el mundo vaya a cambiar o que lo gays dejen de adoptar, sólo es su pensamiento y creo que se debe respetar. Actualmente vivimos una época donde todos opinamos y todos juzgamos, criticamos y atacamos sin piedad. Es parte de las ventajas y desventajas que tienen las redes sociales.

 

 

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.