Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, conocido como “El Chapo”, es considerado uno de los narcotraficantes más importantes de México.

 

Después del arresto de Osiel Cárdenas del cártel del Golfo, Joaquín Guzmán se convirtió en el principal traficante de drogas de México.

 

En 1993 fue detenido en la Ciudad de Guatemala y extraditado a México, pero ocho años después escapó de la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.

 

Desde su fuga en enero de 2001, se convirtió en el segundo hombre más buscado por el FBI y la Interpol, después de Osama Bin Laden.

 

El 22 de febrero de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto, confirmó que Guzmán había sido capturado en un operativo conjunto.

 

Finalmente, el 11 de julio de 2015 habría de fugarse nuevamente, solo que esta vez sería del penal de máxima seguridad de El Altiplano, ubicado en Almoloya, Estado de México.

 

El 8 de enero de 2016 el capo había sido nuevamente capturado y fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero de 2017.

 

Actualmente está encarcelado en el Centro Correccional Metropolitano, Nueva York.

 

Sin embargo, las autoridades estadounidenses se enfrentan a cuatro grandes retos para juzgar a Loera Guzmán.

 

Según reporta la cadena BBC, los testigos son un punto clave en el caso.

 

La fiscalía afirma que apoyará sus acusaciones en decenas de testigos que realizaron transacciones cara a cara con Guzmán, para probar el poder de Guzmán, la corrupción y la violencia dentro del cártel de Sinaloa.

 

Además, se sumaría evidencia física y conversaciones grabadas ocultamente de Guzmán discutiendo transacciones de drogas.

 

De ser hallado culpable, Guzmán podría recibir cadena perpetua, tal como sucedió durante la semana con  Alfredo Beltrán Leyva, alias “El Mochomo”.

 

La seguridad en un juicio como el de Guzmán es otro reto el gobierno, no sólo por la fama de evasor de prisiones de que el acusado trajo de México.

 

Las dos audiencias públicas que “El Chapo” ha tenido hasta ahora, ocurrieron en medio de imponentes operativos policiales, que incluyeron el cierre parcial del puente de Brooklyn para el paso de la caravana de vehículos que lo transportaban.

 

La BBC destaca que la casi imposibilidad de un acuerdo podría ser otro factor entre las autoridades y el acusado, que podría declararse culpable a cambio de reducir su sentencia.

 

Finalmente, otro desafío es cómo garantizar el derecho a la defensa y el debido proceso del capo, quien hasta ahora cuenta con abogados de oficio.

 

Ese tipo de defensa se le otorgó debido a su extradición fue sorpresiva.

 

Cualquier medio que Guzmán utilice para pagar un abogado privado entraría en el radar del gobierno, dado a los cargos de recursos de procedencia ilícia.

 

jram