Ser albino en África no sólo significa que el cuerpo no produce melanina, la sustancia responsable de dar coloración a la piel, cabello y ojos… En Uganda es indicio de que la persona es un fantasma, que tiene poder y por tanto hay que cortarle una extremidad para hacerse rico o simplemente desaparecerla.

 

La agencia Al Jazeera publicó una entrevista con la familia de Mwanje, un hombre con dos esposas y ocho hijos, cinco de ellos con albinismo.

 

El hombre relató cómo viven en Kampala, Uganda. Una vida de pobreza en la que, además, tienen que convivir con los riesgos de ser albino en esa zona de África.

 

vive con sus dos esposas y los ocho hijos, que tienen de entre cinco meses a 13 años de edad. Cinco de ellos son albinos, por lo que tienen que protegerlos en todos los sentidos; no sólo con bloqueador que consiguen a duras penas; ya que no tienen dinero.

 

También hay que resguardarlos de las personas que se dejan llevar por mitos sobre el albinismo.

 

El hombre explica que en Kampala, donde viven, se cree que los albinos no son personas, sino fantasmas. Otro mito es que son poderosos y hay que cortarles un pie o una mano para dársela a un brujo.

 

Viven con miedo, detalla, pues asegura que mucha gente piensa que si le das la extremidad de un albino a un brujo, te harás rico. Sus hijos, entonces, no están a salvo.

 

Cuenta que uno casi fue secuestrado hace tiempo, sin embargo hasta ahora no han tenido experiencias como las que se registran en Tanzania o Malawi; donde albinos han sido mutilados con machetes.

 

“Mi primera reacción cuando nació mi primer hijo con albinismo fue un shock, no sabía qué pensar, pero de inmediato decidí amarlo, él era nuestro hijo”, dice Mwanje.

 

Florencia, una de sus esposas y madre de los albinos, señala que hay muchos rumores sobre ella. Uno de ellos es que se rió de una persona albina y le cayó una maldición.

 

Ambos tratan a sus hijos con amor y así los protegen. Cuando el gallo canta se despiertan, los bañan y después los forman en fila para aplicar el bloqueador y comenzar la jornada de siembra. Así comienzan sus días.

 


Con información de Al Jazeera