Sabemos que el negocio de la música sólo cambió de manos y formatos, que los grupos de rock viven de los conciertos y la venta de parafernalia. Hay que apoyarlos si queremos que sigan tocando. En ese marco, los Dandy Warhols vinieron, dieron el peor concierto de sus vidas y se fueron muy campantes.

 

Mi novia, mis amigos y yo llegamos justo a tiempo, a los pocos minutos empezaron a tocar “Be-In”. Desde ahí se notó el sonido opaco, apagado. Es la primera, dije, ahorita ajustan los controles de la nave y despegamos. Pero se cortó de súbito a la mitad. La empezaron de nuevo y se volvió a interrumpir. Hasta la tercera vez lograron terminarla. Aquí la sabiduría popular quedó justa cual condón: lo que mal empieza… prácticamente todo el concierto fue así, canción tras canción.

 

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