LONDRES. La Unión Europea no es un pastel del que se pueda sólo comer los pedazos más sabrosos y dejar a un lado el resto. Así lo dejaron claro jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea  en una cumbre donde será tratado como plato fuerte la victoria del Brexit y los escenarios que ahora se abren.

 

“No veo ninguna manera de revertir esto. Todos, también de cara a las relaciones futuras (con el Reino Unido), haríamos bien en tener en cuenta la realidad. No es el momento de las ilusiones, sino de contemplar la realidad”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel, en la rueda de prensa posterior a la cumbre europea en la que se abordó el tema.

 

La jefa del gobierno alemán declaró que en la cena de la cumbre, en la que el primer ministro británico, David Cameron, ha dado explicaciones sobre el referéndum, no se ha abordado la posibilidad de que Londres no active el artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar el proceso de separación con la Unión Europea (UE).

 

Tampoco lo considero posible. El referéndum está aquí como una realidad. Parto del hecho de que se activará el proceso, pero después de un tiempo (de reflexión) en el que los peticionarios decidan qué relación quieren” mantener en el futuro con la UE, añadió.

 

No en vano, recordó, los restantes 27 líderes han dejado claro a Cameron que no quieren demorar el proceso.

 

Queda claro que la salida de Gran Bretaña de la UE, es para los británicos defensores del Brexit, una divorcio con grandes beneficios, algo que la canciller alemana descartó de plano hoy al indicar que no habrá trato preferencial con el reino.

 

El primer ministro británico manifestó que su voluntad es que “este proceso (la salida de Gran Bretaña del bloque regional) sea lo más constrictivo posible” y se pronunció por que en el futuro haya “una relación muy estrecha” entre su país y la UE.

 

Por su parte, el Presidente de Francia, François Hollande, dijo hoy que “no hay que castigar al Reino Unido”, pero subrayó que el país ha “asumido un riesgo” y “durante un tiempo, va a sufrir las consecuencias”.

 

Hollande afirmó que los líderes habían sido claros en que “no habrá prenegociaciones” antes de que el Reino Unido notifique oficialmente su decisión, para que se active el procedimiento recogido en el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que daría paso a las negociaciones.

 

El presidente francés insistió en la necesidad de no alargar “la incertidumbre” porque “eso sería un verdadero riesgo”.

 

Muchísimo más duro fue el primer ministro belga, Charles Michel: “No tengo la intención de aceptar un chantaje infinito de Gran Bretaña, ni que Reino Unido marque el paso de Europa durante meses”.

 

Por el momento no está claro cuándo comunicará Londres oficialmente su intención de separarse del bloque europeo, después de que el jueves pasado 51.9% de los británicos votasen a favor del Brexit.