El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, consideró que si bien el financiamiento público a los partidos políticos, por su dimensión, puede constituir un “incentivo perverso”, renunciar a él tampoco es la mejor solución.

 

Al participar en el foro “Política y elecciones en México: cuatro décadas de logros y desafíos”, a propósito de la reforma política de 1977, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) señaló que hay que repensar el esquema de financiamiento.

 

Durante el encuentro celebrado en la Facultad de Derecho de la UNAM, sostuvo que “una cosa es racionalizar el dinero que la sociedad le invierte a la política y otra es renunciar al mismo y con ello perder lo que hace 40 años se buscó conseguir”, es decir, el pluralismo político.

 

Sostuvo que la fuente principal de financiamiento a los partidos “no es la filantropía; no lo es, no lo ha sido y no lo será”, pues la figura del financiamiento público, con todas las dificultades que enfrenta por su monto, ha probado tres resultados:

 

Equidad en las condiciones de la competencia; transparencia al saber de dónde vienen con precisión la mayoría de los recursos de los partidos políticos, y aumentar el grado de autonomía respecto de la dependencia que inevitablemente genera el financiamiento privado.

 

En ese sentido, si bien reconoció que cada elección es una “prueba del ácido” de las reglas, instituciones y procedimientos electorales, tal vez este momento no sea el mejor para ello.

 

Aunque consideró que el sistema electoral es perfectible, dijo que hay tiempos para ello y sobre todo, la perspectiva con la que los cambios a las normas que tienen que hacerse, es decir, los eventuales cambios tienen que hacerse con la serenidad y la pausa que el tema amerita.

 

“Tienen que seguir tres ejes; la consolidación, el fortalecimiento y la evolución del sistema electoral, no su involución”, expresó Córdova Vianello.

 

Recordó que antes de la reforma política de 1977 sólo había un partido político en todos los niveles y en todos los poderes, lo cual constituía un grave “divorcio” respecto a la realidad política del país.

 

En ese sentido, recordó que las sucesivas reformas a la legislación electoral, han garantizado el pluralismo y, en particular, la alternancia en el poder que ha cobrado, dijo “carta de naturalización”.

 

Prueba de ello es que tan sólo desde 2014 (fecha de la más reciente reforma en materia electoral) hasta ahora, se han disputado 24 gubernaturas, en 14 de las cuales se ha dado la alternancia en el poder.

ot