Son 710 hectáreas de terreno las que serán liberadas cuando se mude el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, bien comunicadas, pero rodeadas de colonias con necesidades diversas de educación, esparcimiento, agua, empleo…

 

No puede tomarse a la ligera el proyecto que se desarrollará ahí. Hay que analizar el impacto y las necesidades de la Ciudad de México y no convertir esos predios en una especie de Santa Fe, cubierta por el asfalto, ajena a los peatones y de las colonias que rodean esa pequeña ciudad de corporativos.

 

Una de las mejores decisiones tomadas por Miguel Alemán fue la creación de Ciudad Universitaria en terrenos rocosos y solitarios del Pedregal de San Ángel. Era tan importante el proyecto que la inauguró un año antes de que comenzara a funcionar porque se acababa su sexenio.

 

Y hasta la fecha, se pueden palpar los beneficios: es una amplia reserva ecológica que resguarda especies vegetales y animales; es un pulmón en medio de la selva de asfalto, un espacio de recarga de acuíferos, un micro clima que beneficia a los deportistas.

 

Y hay que recordar que es un polo cultural y educativo con algunos de los mejores teatros de la Ciudad de México, museos, centros de investigación, espacios deportivos, laboratorios, y, por supuesto, el sitio de empleo de miles de trabajadores administrativos y académicos de alto nivel.

 

Por su mismo atractivo cultural es un atractivo turístico. Los paseantes pueden encontrarse en los edificios de la UNAM obras de los principales muralistas y arquitectos del país: Diego Rivera, Siqueiros, Orozco, O’Gorman. CU es considerado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

 

Así de trascendente, para la ciudad y el país, debe ser el proyecto que se desarrolle en los terrenos del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

 

Quienes pueden decidirlo no deben irse por el camino fácil, que después traerá costos a los capitalinos, que es el de construir una especie de Santa Fe, sin espacios verdes importantes, y sólo dedicado a los corporativos. Una pequeña ciudad en donde la cultura y el esparcimiento fueron relegados.

 

Y una cosa es clara, y en eso tiene razón el actual secretario de Desarrollo Económico capitalino, Salomón Chertorivski, la CDMX debe llevar mano en la propuesta para ese espacio y cualquier cosa que se vaya a desarrollar ahí no debe dejar de lado a los capitalinos.