El penal de Topo Chico, en Nuevo León, amaneció este jueves con un fuerte cordón policial mientras se acercaban a sus alrededores decenas de familiares de los internos preocupados por la situación de sus parientes recluidos en el recinto tras un motín que hasta el momento se reporta dejó más de 40 muertos.

 

“No salen ni nos dicen nada. Mi hijo está en la enfermería y lo único que quiero saber es que mi hijo y mi nuera están bien”, dijo a las cámaras de Televisa una mujer que se identificó como Marisela Rodríguez.

 

Otra mujer que logró pasar unos de los controles policiales y entró en una explanada vallada alrededor de la cárcel, dijo haber visto a un grupo de presos que le aseguraron estar bien.

 

“Gritaron que están bien, una voz de un hombre, gritaron que están bien”, indicó la mujer.

 

Fuentes del Gabinete de Seguridad citadas por Televisa indicaron que hace apenas unos meses el Ejército mexicano fue retirado de la labor de la vigilancia del penal por el Gobierno de Nuevo León y el control quedó solo en manos de las fuerzas de seguridad de ese estado.

 

El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderon, El Bronco, señaló que en breve se daría información sobre lo sucedido en el penal de Topo Chico.

 

Está previsto que en unos minutos comience una rueda de prensa de las autoridades locales para dar mas detalles. (Con información de EFE)