¡Qué tal el cambalache! que propuso Alfredo del Mazo a sus dos rivales más fuertes en la lucha por la gubernatura del Estado de México:

 

-Que ningún funcionario federal –incluido el presidente Enrique Peña Nieto- acudiría más al Edomex durante el proceso electoral, si Andrés Manuel López Obrador (líder de Morena) y Ricardo Anaya (dirigente nacional del PAN) dejan de hacer campaña en territorio mexiquense.

 

Si algunos se están carcajeando por la propuesta del priista, no sería de extrañar. Porque veamos qué implica semejante oferta.

 

De entrada, da a entender –se infiere- que el desfile de los miembros del gabinete por Estado y del Presidente beneficia al PRI.

 

Mayor autogolpe –por su desfachatez- es difícil de imaginar. Desnuda y desenmascara el activismo del gabinete en aquellos rumbos. Además de que da a entender que tiene poder para controlar a los secretarios de Estado, para llevarlos y traerlos a su gusto.

 

Es “como una confesión pública de que el Gobierno federal trabaja para el PRI”, diría Delfina Gómez, abanderada de Morena.

 

“Ésta es la prueba clara de que hay un trabajo conjunto entre el Gobierno federal y la campaña de Del Mazo”, aseveraría, a su vez, Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN.

 

Pero eso no es todo. El cambalache propuesto por Del Mazo a Delfina y a Josefina deja a Enrique Ochoa Reza en una posición poco grata –ninguneado- ante sus contrapartes del blanquiazul y de Morena.

 

El candidato priista deja ver que el dirigente del PRI no tiene el tamaño ni el peso suficiente para contrarrestar la presencia de López Obrador ni de Anaya.

 

Y para rematar, visualicemos la propuesta de Del Mazo para, desde su perspectiva, empatar cartones. Pongámosla en una balanza. Qué tenemos:

 

En uno de los platillos, a Ricardo y a Andrés Manuel.

 

Y en el otro, el Presidente de la República y el gabinete entero.

 

Ése es el valor que les da a unos y a otros.

LOS “GENIOS” DEL PRD.- ¿Alguien sabe quién es el ajedrecista que está moviendo las piezas del PRD en el Senado?
¡Urge saberlo!, porque no da una.

 

Peor todavía; con cada uno de los movimientos realizados desde que Miguel Barbosa llamó a apoyar a López Obrador en 2018, el estratega en cuestión ha encontrado la manera de complicar el tablero y de hundir más y más a los del Sol Azteca.

 

¿Es Héctor Serrano el gran jugador (en representación de Miguel Ángel Mancera)?, ¿son los de ADN, con Héctor Bautista, los que juegan al caballo de Troya?, ¿será que los Chuchos perdieron la cabeza?, ¿que René Bejarano enloqueció?, ¿o tal vez que Alejandra Barrales decidió inmolarse junto con su partido? ¿o será una mezcla de las neuronas de todos ellos?

 

Por lo pronto, valga reconocer que la nueva correlación de fuerzas en el Senado: PRI, PAN, Morena (bajo el paraguas del PT) y un PRD arrumbado al cuarto lugar, entre la chiquillada, es la viva imagen del vuelco que dieron las preferencias políticas en el país.
GEMAS. Dice el canciller Luis Videgaray que ni quiere ni va a buscar la candidatura del PRI a la Presidencia de la República: “No, no y no”.