BRUSELAS. Un avión Hercules holandés y otro Boeing australiano con los restos de las víctimas del siniestro del avión comercial de Malaysia Airlines llegaron hoy a la base aérea de Eindhoven, en el sur de Holanda, procedente de Járkov, en Ucrania oriental.

 

El avión australiano, con 24 féretros a bordo, aterrizó a las 13:47 GMT y pocos minutos después lo hizo la aeronave militar neerlandesa, que ha transportado 50 cuerpos de los 298 fallecidos en la tragedia, según las imágenes retransmitidas en directo por la cadena holandesa de televisión NOS.

 

A la ceremonia en la base aérea de Eindhoven asistieron los reyes Guillermo-Alejandro, y Máxima, junto con el primer ministro, Mark Rutte, y el resto del Gobierno, de luto riguroso, así como el príncipe Lorenzo de Bélgica, el ministro malasio, la ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Julie Bishop, y otros representantes diplomáticos de los países involucrados en el suceso.

 

Todos ellos guardaron un minuto de silencio, mientras se descargaban los primero féretros repatriados desde Járkov, que según informó la cadena de televisión NOS, son 40 en este primer viaje.

 

Al término de la ceremonia, que se prolongó durante dos horas y que fue retransmitida en directo por las cadenas holandesas de televisión, un convoy formado por una decena de coches fúnebres y escoltado por las fuerzas de seguridad se dirigió hacia la base militar de Hilversum, en el norte del país.

 

En Hilversum comenzará el proceso de identificación forense de las víctimas que, según avanzó Rutte, podría llevar varios meses hasta ser completado.

 

Además de las 193 víctimas holandesas, en el vuelo MH17 viajaban 27 australianos, 44 malasios, 12 indonesios, 4 belgas, 4 alemanes, 9 británicos, 3 filipinos, 1 canadiense y 1 neozelandés.