México carece de una ley para proteger la creatividad de las comunidades indígenas, por lo que es urgente  desarrollar un marco legal sobre el tema, consideró la cantante Susana Harp, quien en 2015 dio a conocer que la diseñadora francesa Isabel Marant plagió un diseño tradicional de la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec, localizada en la Sierra Mixe, en la región norte de Oaxaca.
 
“Hemos logrado hacer más ruido para que los medios nos hagan caso, pero tiene que haber un proceso legal junto con las comunidades para que de ahí surja una ley que pueda realmente arropar y cuidar los procesos creativos de las comunidades indígenas”, manifestó Harp, quien  también encabeza el proyecto 1, 2, 3 por Tlahui.
 
Además de la falta de leyes específicas, la también activista explicó que el trabajo de las comunidades indígenas no se puede patentar: “¿Por qué? Porque si yo,  por ejemplo, patento un huipil con 20 flores, y en un momento alguien le cambia el color a las flores, ya no es lo mismo. La patente  no es una manera que pueda servir para este tipo de procesos”.
 
La intérprete abundó que tendría que construirse una ley que tome en cuenta la opinión de las comunidades,  ante la imposibilidad de patentar cada huipil.
 
 
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Reconoció que aunque algunos políticos han manifestado tener buenas intenciones, “el gran problema es que nadie ha ido a consultar a la comunidad de Tlahuitoltepec qué podemos hacer”.
 
En 2015, la diseñadora Isabel Marant incluyó blusas con diseños mixe en su colección de primavera-verano. Sin embargo, la comunidad mixe no fue la única que la acuso de plagio, otra empresa francesa, Antik Batik, acudió a los tribunales al asegurar que poseía la patente de los estampados usados por Marant en su blusa.
 
Durante el juicio en Francia, Marant rechazó haber suplantado un diseño de Antik Batik… y ganó la demanda admitiendo el origen mixe de sus bordados (rechazando el plagio y argumentando “inspiración”). Sin embargo, retiró las blusas de los aparadores, donde se vendían a 290 dólares (más de cinco mil 380 pesos al tipo de cambio actual), seis veces más que una prenda original hecha en la comunidad.
 
En su momento, las autoridades municipales de Tlahuitoltepec llamaron las organizaciones, civiles, académicos e intelectuales a manifestarse para que detener  la producción de la blusa típica de la región bajo la firma de la diseñadora francesa.
 
“Constatamos una y otra vez más que las comunidades seguimos en grave situación de vulnerabilidad y que no existen garantías y mecanismo que protejan la propiedad colectiva de los bienes tangibles e intangibles”, señalaron en un comunicado.
 
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Bordados tradicionales en telares de cintura

 
Honorina Gómez Martínez, quien tiene una experiencia de 46 años como bordadora de huipiles y otras prendas tradicionales en Tlahuitoltepec, explicó a 24 HORAS el esfuerzo que toma realizar una blusa de forma tradicional en la comunidad.
 
“Es nuestro traje. El procedimiento es telar de cintura y bordado a mano. Una blusa tiene sus pasos: se prepara el algodón y se hace el hilo y luego la tela en el telar de cintura, se lava y se corta y se empieza a coser a mano, a juntar los pedazos con aguja. El bordado tarda mucho, un mes o dos meses. Ella (la francesa) tendría que usar telar de cintura. Lo robó (el diseño) y tal vez pensó que uno no se iba a dar cuenta”.
 
Por su parte, Julia Hernández, también bordadora, aseguró que “las mujeres hacemos las prendas con el diseño de Tlahui (Tlahuitoltepec), nosotros no hemos inventado nada, es algo cultural. La francesa hizo diferentes diseños del corte, pero el diseño es igual, como las grecas, el maguey, el sol”.
 
Recordó que se enteraron del plagio gracias a la cantante Susana Harp, quien se dio cuenta que una de las  prendas de la colección primavera-verano 2015 de la línea Étoile, era similar al huipil tradicional de la comunidad.
 
“Ella fue a Las Vegas y descubrió que en la tienda Neiman Marcus vendían las prendas a (en ese entonces) cuatro mil pesos, cuando lo más caro que lo damos nosotras es 800 pesos, entre los artículos había una falda, un vestido y una chamarra”.
 
1,2,3 por Tlahui
 
Fundada por Susana Harp, 1, 2, 3 por Tlahui es una organización en apoyo de la comunidad mixe de Santa María Tlahuitoltepec, que fomenta las expresiones musicales por parte de la escuela de música del municipio.
 
Susana Harp Iturribarría es una cantante mexicana de música tradicional. Interpreta sones tradicionales en diversas lenguas, así como temas de compositores mexicanos donde fusiona lo tradicional con lo moderno. En su estilo musical reivindica sus raíces mestizas.