STUTTGART. La derecha radical alemana desafió a la canciller Angela Merkel y a los millones de musulmanes del país, al proclamar que el islam “no es parte de Alemania” y abogar por proscribir sus símbolos de la vida pública.

 

El islam encierra una “ideología política” que, en su versión ortodoxa, es incluso anticonstitucional, según el programa del partido Alternativa por Alemania (AfD), aprobado por el congreso federal celebrado este fin de semana en Stuttgart (sur).

 

“Un islam ortodoxo, que no respeta nuestro orden y pretende combatirlo, que aspira a imponer su religión, no es constitucional”, apunta la moción aprobada por gran mayoría de los dos mil delegados de la AfD, con el título “El islam no es parte de Alemania”.

 

Este enunciado es una afrenta a los cuatro millones de musulmanes del país, hacia la línea integradora de la gran coalición de Merkel y también hacia los dos últimos presidentes -el conservador Christian Wulff y el independiente Joachim Gauck-, quienes han proclamado en repetidas veces que el islam es parte de Alemania.

 

La AfD, formación emergente apuntalada en el voto de castigo contra los refugiados, se decantó así sin disimulos por la vía islamófoba, en un congreso salpicado por acciones hostiles de manifestantes izquierdistas y el caos organizativo.

 

El capítulo del islam generó encendidas intervenciones, después de que el sábado se respaldara una moción abogando por la “disolución o reforma en profundidad” de la Unión Europea.

 

El rechazo al islam fue defendido por la eurodiputada y vicepresidenta de la AfD Beatrix von Storch, quien tuvo que acabar frenando a los partidarios de prohibir la inmigración musulmana.

 

“No pretenderán expulsar a todos los musulmanes”, atajó von Storch, cuando la discusión iba en esa dirección, mientras la presidenta del partido, Frauke Petry, insistía en que la AfD predica la “neutralidad religiosa”.

 

Un sondeo divulgado el fin de semana situaba a la AfD en 13% de los votos, de celebrarse ahora elecciones generales, como tercera fuerza tras los conservadores de Merkel y sus socios socialdemócratas -con 33% y 22%, respectivamente-, y por delante de Verdes y La Izquierda -12% y 9%-.