La cara violenta aparece cuando en el momento menos pensado comienzan a llegar las sorpresas y el desastre esta vez le volvió a tocar al equipo Toyota que enfilaba a cambiar la historia que marcó su hora más triste del año pasado.

 

 

A muy pocos metros del final uno de sus autos sufre un desperfecto menor y termina perdiendo la carrera de resistencia más demoledora del mundo cuando todo mundo tenía los brazos levantados esperando la bandera de cuadros.

 
Esta vez Toyota en menos de 15 minutos vio como su auto Estelar tripulado por Kamui Kobayashi poco después de la 1:30 de la madrugada iniciaba con una ola de abandonos inesperados.

 
Si hace una semanas vimos como de la nada en las vueltas finales de las 500 millas de Indianápolis saltaba al triunfo Takuma Sato, solamente imaginen en donde íbamos a poner a los pilotos japoneses si Kobayashi hubiera logrado el triunfo en la Mans.

 

 
Pero no ese regalo no estaba considerado por la temible pista francesa para un piloto japonés tampoco para un equipo japonés porque apenas unos minutos después fue el coche comodín de Toyota el que daba la nota. Contacto con el suizo Simón Trummer,  coequipero del mexicano Roberto González que dejaba fuera a los dos vehículos.

 
El efecto carambola de este choque que después de varios minutos muchos aún no podían creer eliminó al auto número nueve que hasta ese momento era el único de la marca japonesa que hasta ese momento no había sufrido desperfectos mecánicos considerables, Al piloto argentino José María López quien formaba parte de la tripulación, Y de paso al mexicano Roberto González quien sin haber manejado en ese turno Bio esfumarse el sueño de terminar su primera carrera en Le Mans.

 

 
El golpe de escena fue increíble el auto más rápido de la carrera quedo eliminado dando una sacudida a la clasificación donde surgieron los dos Porsche que quedaban vivos en la competencia.

 

 
Primeras horas de la mañana. Los deportes en vivo de la competencia dijeron que Porsche tenía casi asegurado el 12 si sus pilotos dominaban la hora más difícil de competencia la hora de los errores donde la luz del sol que va apareciendo frente a la recta principal calienta el pavimento y estorba la visibilidad de una manera insufrible.
El infierno de manejar sin ver, quedando sometido al cansancio de 18 horas continuas de batallas en la pista no le causó efecto alguno a los autos ni a los pilotos.

 

 
Un desperfecto mecánico fue lo que dejó fuera al segundo auto favorito, prueba inequívoca de que LeMans casi con la mano escoge a quien es quiere dejar ganar en sus 24 horas. Y esta vez estuvimos a punto de ver un capricho histórico.

 

 
Ante el abandono de tres de los cinco coches de la categoría principal el auto patrocinado por el actor hollywoodense Jackie Chan, tuvo 28 vueltas liderando la clasificación general cosas también con un piloto chino., lo que nunca antes había sucedido se perfilaba a un eventual triunfo histórico.

 
Pero que creen? Tampoco.

 
El coche de Jackie Chan con sus decorados chinos y la valentía de sus pilotos sucumbió al Porsche más débil. Cerrando una hora fantástica ganó las 24 horas el trío de Timo Bernhardt, Earl Bamber y Brendan Hartley.
La mala fortuna del mexicano González desgraciadamente también salpicó a Memo Rojas quien junto con el debutante de Monterrey José Gutierrez logró terminar muy rezagado en un auto Oreca, después de que fallas mecánicas desde la primera hora abatieron sus posibilidades.

 
Le Mans otra vez fue demoledora y caprichosa y quiso otro triunfo inesperado, porque a sus 85 años sigue siendo una dama cruel y enigmática.