Después de múltiples acusaciones por parte de los diputados locales a raíz del operativo en el que se abatió a Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, el jefe delegacional de Tláhuac, Rigoberto Salgado, acudió a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) para ser cuestionado no sólo sobre estos hechos, sino también por su casa de seis millones de pesos y sobre los contratos que presuntamente suscribió con quienes hicieron donaciones a su campaña.

 

Fueron cinco horas seguidas de contestaciones y vueltas al mismo asunto, en las que se concluyó que la ALDF iniciará el procedimiento de remoción del delegado, a petición de los legisladores que mostraron varias “pruebas”, como videos, documentos y hasta fotos de Google maps.

 

Salgado reiteró que no pedirá licencia para separarse del cargo, e incluso, mencionó estar dispuesto a entregar a la Procuraduría General de la República (PGR) su teléfono celular y sus computadoras, con el fin de deslindar responsabilidades.

 

La comparecencia estaba programada a las 11:00 horas, pero el delegado llegó tres horas antes, para encerrarse con el coordinador de la bancada, César Cravioto, así como varios asesores. Se montó un dispositivo de seguridad desde el Eje Central hasta la entrada del recinto legislativo, ubicado en Donceles y Allende.

 

Como ocurre pocas veces, el encuentro del delegado con la Comisión de Gobierno, el máximo órgano de la ALDF, comenzó puntualmente y entre los empujones de quienes querían captar el momento en el que Salgado ingresaba al salón Heberto Castillo, el cual se llenó varios minutos antes de que iniciara la serie de preguntas y respuestas.

 

Al centro de la mesa se sentó Salgado, a su lado, el perredista Mauricio Toledo, su primer interrogador durante la sesión. El diputado presentó actas de matrimonio, copias de renovación de pasaporte y demás documentos para comprobar que familiares de El Ojos estaban en la nómina de Tláhuac.

 

El delegado no aclaró si se encontraban o no familiares del presunto narcotraficante en la nómina de la demarcación, sólo justificó que la contratación del personal se hace bajo un principio de buena fe.

 

También se le acusó de tener una casa de más de seis millones de pesos (pese a que su salario neto es de apenas 70 mil 45 pesos mensuales y pese a que en 2015, según informó 24 HORAS, sólo reportó ingresos anuales por 243 mil pesos anuales pesos). En ese sentido, declaró que la exposición de su domicilio era lo que lo podía hacer insegura la zona. En respuesta, el diputado del PRI, Adrián Rubalcava, ironizó sobre las acusaciones que versaron sobre él por ponerse un uniforme de policía y le dijo al delegado que lo invitaba a vivir en Cuajimalpa, “yo me visto de azul y lo cuido; no se preocupe”.

 

Los legisladores no quedaron conformes con las respuesta de Salgado y en la segunda ronda de preguntas las repitieron. Aunque los legisladores de Morena defendieron a su militante con pancartas con los rostros de Miguel Ángel Mancera e Hiram Almeida, al final abandonaron el salón, mientras Salgado aún se defendía de aquellos que en el pasado han enfrentado críticas por presuntos manejos irregulares, tal es el caso de Toledo, en su paso por la delegación Coyoacán; o de Rubalcava, quien ha sido señalado de apoyar al grupo de golpeadores conocido como Los Claudios.

 

Iván Texta (PRD) solicitó que se inicie el procedimiento de remoción contra el delegado de Tláhuac en la Comisión Jurisdiccional, la cual se integra para analizar la posibilidad de remoción de los servidores públicos por presuntos actos delictivos.

 

Salgado invitó a sus críticos a presentar formalmente y ante las autoridades las acusaciones de las que fue objeto, con el fin de que sean integradas a una carpeta de investigación e insistió en que no pedirá licencia para dejar el cargo.

 

Llegó tres horas antes y entró por la puerta chica

A las ocho de la mañana llegó Rigoberto Salgado Vázquez, jefe delegacional de Tláhuac, a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), a pesar de que su comparecencia estaba programada a las 11:00 horas.

 

Salgado Vázquez no ingresó por la puerta principal del recinto legislativo, sino por una puerta alterna ubicada sobre la calle de Donceles, evadiendo a los medios de información que lo aguardaban.

 

El delegado se resguardó, durante tres horas, en las oficinas de la bancada del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), en el cual milita, hasta llegar la hora de comparecer ante la Comisión de Gobierno, en el salón Heriberto Castillo, donde ya lo esperaban los diputados del PRI, PAN, PRD, PVEM y sus correligionarios.

 

Afuera del recinto legislativo se aplicó desde muy temprano un dispositivo de seguridad, cerca de 200 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (policías de tránsito, policía auxiliar y granaderos) resguardó el acceso principal de la ALDF.

 

Al concluir la rendición de cuentas y al abandonar el lugar, alrededor de las 15:30 horas, Salgado fue custodiado por un grupo de personas que lo acompañaron, en medio de empellones con algunos representantes de medios de comunicación, hasta un vehículo de color gris que abordó para emprender su marcha de inmediato.

 

Atrás quedó un grupo de 20 personas que esperaban al delegado con cartulinas que decían: “Estamos contigo Rigoberto”, “no al amarillismo”, “el pueblo te eligió” y que coreaba frases de apoyo a Salgado.

 

Con información de Alejandro Granados

 

caem