Comentamos en esta columna sobre la faceta de camaleón y chapulín del líder del Movimiento Ciudadano en el estado de Puebla, Fernando Morales Martínez, quien en el último año ha defendido los colores de por lo menos seis organizaciones políticas. Ahora nos cuentan que dicho personaje podría tener incluso ligas todavía más riesgosas, pues aseguran que en su larga lista de amistades se encuentra el presidente de la Asociación Civil Fusión y Fuerza, José Alejandro Martínez Fuentes, un activista político que busca para 2018 la presidencia del municipio poblano de Quecholac y que es hermano, nada más y nada menos, de Antonio Martínez Fuentes, mejor conocido como el capo huachicolero El Toñín. ¿Será? 

 

 

 

Crea fama y…

Ricardo Becerra, recién nombrado comisionado para la reconstrucción de la CDMX y a quien acusan algunos vecinos de llegar ebrio a una reunión en la delegación Benito Juárez, con damnificados del 19-S, tiene una fama que data desde que era asesor en el IFE de José Woldenberg y luego coordinador de asesores del secretario ejecutivo Edmundo Jacobo, en el INE, de acudir a reuniones con perfume de “mezcal” o alguna otra bebida alcohólica. Dicen por ahí que lamentablemente esos datos no aparecen en los currículum. ¿Por qué nadie sabía de su fama al contratarlo, verdad? ¿Será? 

 

 

 

Aplauden a su gobernador

Más allá de las cuentas alegres en materia de empleo y turismo que ha logrado el gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, y del espaldarazo que le brindó el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, durante su asistencia a su Segundo Informe de Gobierno, en representación del presidente Enrique Peña Nieto, en las calles se siente la aprobación de su labor al colocar a su entidad como uno de los principales polos turísticos del continente. Y ese reconocimiento, el de los ciudadanos, dicen que es el más importante. ¿Será?

(FOTO: Carlos Mendoza Davis)

 

 

 

El mérito académico

Todo parece indicar que la mayoría de los normalistas de Oaxaca ya se convencieron de que para estar en el magisterio hay que evaluarse, por eso, 350 acudieron a presentar sus exámenes, a Puebla -debido a las manifestaciones y bloqueos en su estado-, para obtener una plaza. Otros cuantos egresados se aferran a movilizarse en las calles con el objetivo de ingresar en automático al Servicio Profesional Docente, lo que obviamente la ley no permite y no comulga con los estándares internacionales de calidad educativa. A ver si pronto se percatan de que enseñar es una gran responsabilidad y no “una chambita”. ¿Será?