En este adelantadísimo proceso rumbo a las elecciones de 2018, están ya más o menos definidos quiénes desde la oposición buscarán la Presidencia de la República, lo que falta es, sin duda, conocer quién será el candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional.

 

En el Movimiento Regeneración Nacional está claro que irá Andrés Manuel López Obrador en su tercer intento por ser Presidente de México, en el lado de los independientes sólo hay unos cuantos viables como son Margarita Zavala, Armando Ríos Piter y Jaime Rodríguez El Bronco, junto con Pedro Ferriz de Con, a quien voluntaria o involuntariamente le tocará el papel del bufón de la contienda, y eso si logra juntar las casi 900 mil firmas para poder participar.

 

Las cosas están un poco más complicadas en el Frente Ciudadano por México, pero las opciones se concentran en Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle y Miguel Ángel Mancera, y en caso de que la alianza entre los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano no cuaje y al final no se registren como coalición el 13 de diciembre, Mancera sería, sin duda, el candidato de los perredistas y la batalla final entre los panistas se gestaría entre su actual dirigente nacional y el ex gobernador de Puebla.

 

Así las cosas, en un escenario de alta competencia y gran dispersión de las preferencias, al PRI ya le urge definir ya quiénes serán oficialmente sus precandidatos para poner en marcha a su estructura que será su principal herramienta en la contienda electoral de 2018.

 

Sobre el tema, hace unos días se manifestó el Presidente desde el Museo Nacional de Antropología. Durante el Foro Impulsando a México, un Enrique Peña Nieto relajado y bromista se refirió a los usos y costumbres del PRI para la selección de su candidato presidencial.

 

Peña siguió el juego de la secrecía y el destape que ha caracterizado a su partido desde hace ocho décadas y citó a la lista de presidenciables priistas que fijara su coordinador en el Senado, Emilio Gamboa, en la que incluye a los secretarios de Hacienda, José Antonio Meade; de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de Salud, José Narro Robles, y de Educación, Aurelio Nuño, presentes en ese foro y remató con un “pero a lo mejor no está aquí el bueno”.

 

Así las cosas, la últimas mediciones de las preferencias electorales si bien ponen a Andrés Manuel López Obrador en la delantera, los números se van ajustando y ya no lo dan como un candidato imbatible, por lo que ya los propios priistas ven como urgente que las definiciones se aceleren para poder enfilar todos sus recursos y estructura a cerrarle el paso a El Peje y mantenerse en la Presidencia seis años más.

 

Los estrategas del PRI aseguran que la irrupción de los independientes, la ruptura de Margarita Zavala y el PAN junto con la salida de Ricardo Monreal de Morena son variables que les dan posibilidades de triunfo en los comicios presidenciales del 1 de julio de 2018 y ponen al factor tiempo como un elemento con el que hay que contar para construir una candidatura triunfadora, sea con Meade, Osorio, Nuño o Narro. A los priistas les urge candidato ya.

 

 

 

caem