CANCÚN. Iberoamérica enfrentará nuevos retos en generación de empleos, debido a la incertidumbre que genera la desaceleración económica en la región, opinó la directora regional de la OIT para América Latina y Caribe, Elizabeth Tinoco.

 

La funcionaria de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacó que el reto es avanzar en los procesos de mejorar los indicadores laborales logrados la década pasada en un contexto de crecimiento económico distinto.

 

Dijo que los grandes desafíos de la región tienen que ver con el tema de la desigualdad, que en el ámbito laboral se refleja en una altísima informalidad y una bajísima productividad.

 

Sin embargo, puntualizó que el objetivo debe ser avanzar en un patrón de crecimiento económico que genere empleo, con inclusión social, que sea de calidad, formal.

 

Tinoco refirió que según cifras del Fondo Monetario Internacional, la economía mantenía un nivel de crecimiento de entre tres y cuatro por ciento, pero este año se calcula será del 1.3 por ciento o máximo 2.2.

 

México, reconoció, tiene una perspectiva de crecimiento de entre tres y cuatro por ciento, pero que tiene que ver con un momento de recuperación tras la desaceleración que enfrentó en los últimos años.

 

“Hay otros países que van a crecer un cinco por ciento, pero en la región estamos hablando de un promedio bajo, porque hay economías que no están creciendo nada como Brasil, con un 0.8, o Argentina que lo hará con uno por ciento, y eso baja el promedio general”, precisó.

 

Tinoco, quien participó en la III Reunión de Ministros Iberoamericanos de Trabajo, consideró que la situación es todavía más inquietante, pues de acuerdo con estimaciones y cálculos de la OIT, por cada décima que disminuyen las cifras de crecimiento económico se dejan de generar hasta 112 mil empleos.

 

“Entonces es muchísimo y nos da una idea de la manera en que se asocia directamente el crecimiento económico con la generación de empleos en la región”, añadió.

 

Reiteró que el tema central en este momento tiene que ver con el esfuerzo por avanzar en el empleo formal, en colocarlo en el centro de las políticas económicas, pero tomando en cuenta que no se trata de crear un empleo cualquiera sino de calidad, formal.

 

Consideró que México ha hecho buenos esfuerzos al establecer políticas “muy focalizadas” y orientadas en hacer una transformación de la estructura productiva.

 

Tinoco indicó que en general el panorama laboral de América Latina se puede considerar como positivo porque en la última década ha logrado indicadores de avance, de progreso, pues por ejemplo el desempleo pasó del 2006 al 2013, de 11 a 6.2 por ciento.

 

“Se trata de una reducción del desempleo que se logró gracias al crecimiento económico que ha venido experimentando la región, incluso de manera sostenida”, agregó.

 

Además, los salarios se incrementaron e incluso por encima del promedio global, y se logró aumentar la cobertura de seguridad social y lograr que cuatro de cada 10 trabajadores tengan esa protección.

 

La especialista en el tema del trabajo infantil expresó que América Latina ha avanzado de manera sustantiva en la reducción de los niveles en esa área, sobre todo de alto riesgo.

 

Sin embargo, admitió que todavía hay 11.5 millones de niños que laboran y que “lamentablemente se percibe con alguna preocupación un estancamiento en la cifra, que no puede disminuir como se hacía anteriormente”.

MG