Mucho se ha especulado en torno a las condiciones en que perdieron la vida las cinco personas cuyos cuerpos fueron encontrados en el Cerro de la Estrella, en la zona oriente de la Ciudad de México, pero poco se sabe sobre la vida que dejaron atrás.

 

Ayer, autoridades capitalinas dieron cuenta de una quinta víctima: Ana Gabriela Nataret, de 15 años, quien según la averiguación previa correspondiente fue encontrada todavía con vida el pasado 16 de diciembre, alrededor de las 22:00 horas.

 

Los reportes indican que elementos policiales acudieron a la esquina de calle 5 de Mayo y Rayo, colonia Valle de Luces, de delegación Iztapalapa, donde hallaron a la adolescente con diversas heridas en el cuerpo, quien fue trasladada al Hospital General de Zona 32 del IMSS, ubicado en la colonia Ex Hacienda de Coapa, perímetro de Coyoacán, donde falleció.

 

Isabel Ramírez, tía de la joven narró a 24 HORAS que Ana Gabriela recién había abandonado la secundaria y tampoco trabajaba. Como vivía en la zona acudía regularmente al parque acompañada de amigos, “a jugar y matar el tiempo”, agregó.

 

La tarde del 16 de diciembre, refirió la mujer, Ana fue al cerro junto con su primo Bryan Armando Martínez Silva, con quien estuvo tomando. Éste la dejó sola y volvió por la noche a buscarla, pero fue entonces que la encontró en el mismo lugar con varias heridas y casi muerta.

 

Sobre Samuel Suriel Martínez, de 16 años y cuyo hallado el 29 de diciembre, su hermano mayor, Enrique contó el joven suspendió sus estudios de secundaria, pero ayudaba a otro de sus hermanos, quien conduce un microbús.

 

Samuel era el menor de cuatro hermanos y desde hace un año tres meses sostenía una relación con Alejandra Ruiz, cuyos restos fueron encontrados el mismo día y en el mismo lugar. Enrique calificó a su hermano como “romántico y a veces hasta meloso” con la joven. Le gustaba ver películas románticas, aunque era meticuloso y gustaba de armar carros de juguete.

 

La familia de Samuel vive en Valle de Luces, Primera Sección, por lo que el lugar donde encontraron su cuerpo está a 20 minutos de su hogar. No obstante, desde niño tenía miedo del Cerro de la Estrella, por lo que no se acercaba, por ello su familia no entiende qué hacía la pareja en la zona.

 

El cuerpo de Samuel y el de Alejandra fueron encontrados en las faldas del Cerro de la Estrella, cerca de la calle Matlalotzin de la colonia Valle de las Luces, Tercera Sección. El hallazgo y aviso a la autoridad lo hicieron personas que hacían ejercicio en el lugar.

 

Ana María Martínez, otra hermana de Samuel, comentó que Alejandra Ruiz había dejado también la secundaria, al parecer para ayudar a su mamá en un negocio.

 

En similares condiciones, el 29 de diciembre fueron hallados los cuerpos de Shumashi Elizabeth Mendoza Caamal, 26 años y Cipactli Han Mendoza Caamal, de un año ocho meses.

 

El jefe delegacional en Iztapalapa, Jesús Valencia, se reunió ayer con familiares de los jóvenes encontrados el 5 de enero, para ofrecer el apoyo en gastos funerarios; sin embargo, dijo que con los familiares del resto de las víctimas no ha habido contacto.

 

Son ya 36 perros capturados

 

Los canes sospechosos por asesinato de cuatro personas ya suman 36, de acuerdo con las autoridades de la Delegación Iztapalapa y de Centro de Control Canino de la Unidad Habitacional Vicente Guerrero.

 

En un recorrido para los medios por dicho centro, realizado este miércoles, el delegado aseguró que los perros son revisados constantemente por médicos veterinarios del centro y otros externos, además de que se les han aplicado antibióticos y tratamiento.

 

El doctor Jorge Arroyo, del Centro de Control Canino de Iztapalapa, mencionó que en el momento en el que llegaron, la mayoría de los 36 animales fueron encontrados en condiciones saludables, aun así, se les han aplicado vacunas y tratamiento para prevenir infecciones.

 

Por su parte, el delegado confirmó que los perros serán dados en adopción en el momento que la procuraduría así lo determine, pero que no serán entregados a ninguna de las asociaciones civiles que han pedido su custodia, sólo a ciudadanos que se interesen en adoptarlos.