A principios del mes pasado, el ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, se encontraba reunido con sus abogados en un pequeño cuarto de las instalaciones de la Policía Nacional de Panamá en Ancón, lugar en el que se encuentra actualmente recluido.

 

La orden de Borge a sus abogados fue clara; en principio debían apelar la solicitud de extradición hecha por el Gobierno mexicano en su contra, situación que ocurrió el 2 de octubre.

 

La segunda instrucción era la más importante: debían sacar y mover toda la documentación que tenía guardada y oculta en Quintana Roo. Dicha información contenía la amplia red de prestanombres que utilizó para la compra de terrenos y la formación de empresas en Quintana Roo, Campeche, Mérida y Monterrey.

 

Lo que olvidaron en esa reunión es que todas las conversaciones y actividades de Roberto Borge son monitoreadas y grabadas en Panamá. El contenido de dicha reunión fue comunicado por agentes panameños a funcionarios mexicanos la tarde del 8 de octubre.

 

En el contenido de las conversaciones había diversas palabras clave; la primera de ellas “First National Security”, la segunda palabra clave era “cajas de seguridad de los amigos”. Eso les dio la pista perfecta a las autoridades de la PGR para llegar e intervenir la madrugada del 9 de octubre a dicha empresa.

 

En un fuerte operativo llegó personal de la SEIDO, apoyado por elementos de la Marina y la Policía Federal, a las oficinas de la empresa de seguridad privada FNS, ubicada en la calle Brisa con Cobá, detrás de Plaza Américas.

 

Sin duda, la información que buscaban era importante, pues ayudaba a completar las investigaciones contra el ex gobernador, pero la urgencia de detectar y tener acceso a las cajas de seguridad no sólo era para obtener esos documentos, sino el destino de diversas videograbaciones y grabaciones que mencionó Borge.

 

Así que desde el 9 de octubre hasta el día de hoy se ha estado buscando tanto los documentos como las grabaciones, por lo que la labor de inicio fue detectar a todos los prestanombres de Borge.

 

Entre ellos detectaron cajas de seguridad, presuntamente relacionadas con Leticia Rodríguez Lara, alias Doña Lety. De ella había cuatro cajas, de las cuales obtuvieron como evidencia dinero, documentos y algunas pruebas que podrían vincularla no sólo a la delincuencia organizada, sino a la red de prestanombres de Borge.

 

Otra de las cajas pertenece a Manuel Eligio Marrufo Trejo, secretario privado de Roberto Borge Angulo. Del resto aparecen empresarios, amigos y hasta escoltas del ex mandatario.

 

El problema que tuvieron al principio los agentes de la SEIDO fue ubicar a las personas vinculadas con Borge o Doña Lety, y el resultado tras casi un mes es que obtuvieron las pruebas que buscaban. Sin embargo, las autoridades siguen preocupadas, pues al llegar a las cajas de seguridad detectaron que hacían falta dos grabaciones de las que buscaban y que tras una intensa pesquisa no las localizaron.

 

Ahora las autoridades están tratando de indagar quién o quiénes tenían acceso a dichas cajas de seguridad, pues a las autoridades les preocupa mucho el contenido de todas las grabaciones, incluso de las dos que no hallaron.

 

Lo interesante sería saber el contenido de esas grabaciones que tanto traen en jaque a las autoridades.