La explanada de Rectoría de la UNAM se convirtió en un gimnasio al aire libre para practicar Tai Chi, con lo que inició una serie de actividades físicas que brindará la UNAM a la sociedad en momentos de estrés y tristeza después de los sismos.

 

Sean Dillon fue el encargado de impartir una clase abierta de esta disciplina milenaria de origen chino, considerada una actividad física de bajo impacto que busca el equilibrio interior a través de movimientos coordinados, diferentes posturas y trabajo de respiración.

 

“La clase de hoy particularmente fue de Tai Chi QiGong para la salud y la longevidad, encaminada a la relajación física y mental. Lo que pretendemos en este momento es restablecer la calma interior por medio de esta técnica”, explicó el profesor Dillon.

 

Durante esta semana, universitarios y no universitarios podrán acudir a la explanada de Rectoría a partir de las 9:00 de la mañana a tomar clases de Tai Chi, y a las 10:15 a ejercicios de yoga. Para todos los interesados, lo único que se solicita es presentarse con ropa cómoda y un tapete.

 

aarl