SAN FRANCISCO. La cada vez más necesaria e imprescindible seguridad en torno a los grandes eventos deportivos que se celebran en Estados Unidos alcanza su grado máximo cuando llega la hora del Super Bowl de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y este año para sus Bodas de Oro es especial.

 

Tras los trágicos sucesos terroristas que se dieron el año pasado en Paris y San Bernardino (California), la disputa del Super Bowl 50 en la Bahía de San Francisco, ha generado un despliegue especial de fuerzas del orden de todas las agencias federales, estatales y locales que a menos de 24 horas que de comienzo el gran partido están ya en alerta máxima.

 

Si en el cuidado césped del Levi’s Stadium, de Santa Clara (California), van a estar las mejores defensivas de la NFL, con los Broncos de Denver y los Panthers de Carolina como protagonistas, la seguridad exterior es toda una garantía.

 

Decenas de miembros de la policía y del ejército visibles o encubiertos, además de diversos sistemas de seguridad más patrullan desde antes de comenzar la Súper Semana en el área de la Bahía y todos sus alrededores.

A security camera hangs above a pedestrian bridge used as an entrance to Levi's Stadium in Santa Clara

 

Las medidas de prevención han sido estrictas y como pocas veces se ha visto en los días previos a la disputa del Super Bowl, el evento deportivo que paraliza a todo el país.

 

Las áreas de seguridad van más allá del estadio Levi’s y las establecidas para las celebraciones de los aficionados, como el Super Bowl City o NFL Experience, entre otros.

 

Por cualquier parte de las ciudades de San Francisco, Santa Clara, San José, Oakland y zonas cercanas se han establecido controles, verificaciones y la presencia activa de las fuerzas del orden.

 

Desde hace más de una década, el Super Bowl está clasificado como un evento de Nivel 1 de Seguridad Nacional y por lo tanto se cuidan todos los aspectos y hasta el más mínimo detalle.

 

Además de todo el apoyo oficial, la NFL señaló que contrató a más de 4.000 agentes de seguridad privada, que se suman a la policía, ejército y otras áreas del gobierno, locales, estatales y federales.

 

Por su parte, autoridades del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina Federal de Investigación (FBI) señalaron a principio de semana que no había ningún indicio “creíble” como para pensar que hubiera riesgo serio de seguridad en el Super Bowl 50 o sus eventos paralelos.

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El jefe de policía de San Francisco, Greg Suhr, dijo que las amenazas terroristas se han incrementado en un mundo incierto, donde cada vez hay que estar más preparado.

 

Aunque todas las áreas de las ciudades de la Bahía están bajo control, la seguridad en torno al Levi’s Stadium son las más estrictas y exhaustivas.

 

Desde principio de semana vehículos de carga que llegan como cada persona que tenga que ingresar a cualquier parte del perímetro que está sellado y patrullado las 24 horas del día por helicópteros de policía y ejercito deben someterse a un estricto control.

 

En la gran mayoría de los ingresos a eventos relaciones o fabricados para el Super Bowl, las personas tienen que pasar revisiones que incluyen perros amaestrados, Rayos X, cámaras de seguridad y personal con armas largas.

 

Durante el partido, el espacio aéreo del estadio estará limitado para cualquier aeronave.

 

Esta es por mucho, la presencia de seguridad más significativa que hemos tenido para cualquier evento en el área de la Bahía, declaró a los medios de comunicación Steve Baxter, comandante regional de aduanas y protección de la frontera.