La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no tiene una fecha fatídica. Incluso, si se extiende hasta julio, cuando habrá elecciones en México, el proceso continuaría.

 

“Por la importancia del tema no hay dead lines artificiales. El proceso merece que se le dedique toda la atención e importancia y en eso estamos enfocados. El equipo no va con una fecha fatal en la cabeza”, dijo Juan Carlos Baker, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía.

 

El segundo al mando, después del secretario Ildefonso Guajardo, en la renegociación comercial expuso que la instrucción es empezar a planear rondas hasta marzo de 2018, y cuando se aproxime esa fecha empezar a ver hacia adelante. “En estos momentos no se ha hablado de una pausa”, dijo en entrevista luego de ofrecer una conferencia en la Universidad Panamericana.

 

Antes, frente a estudiantes de la institución ofreció detalles del proceso que, aseguró, ha sido “muy, muy, muy rápido” si se compara con la negociación del Acuerdo Transpacífico que, en el año con más rondas hubo tres.

 

Baker se refirió a la última ronda, celebrada en EU, en medio de versiones que apuntaban a la “muerte” del TLCAN con la salida anunciada por Trump. Nada de eso es cierto, dijo a los estudiantes de la Panamericana.

 

Para dimensionar los avances, colocó en tres “canastas” los temas a negociar. La primera incluye, por ejemplo, aduanas, telecomunicaciones, competitividad, en donde hay acuerdos y no representan un problema.

 

Otra incluye los temas en lo que si bien aún falta mucho trabajo técnico se pueden lograr acuerdos relativamente pronto, como el fitosanitario. Y sí, también están otros, en lo que, conceptualmente, existen diferencias importantes: propiedad intelectual, reglas de origen, etcétera. Pero estas divergencias no implican la muerte inminente del TLCAN, dijo contundente el funcionario.

 

Hacia adelante, durante el proceso que continúa con la quinta ronda, que regresa a México del 17 al 21 de noviembre, es posible que alguien, en cualquier momento, diga que ya no quiere estar en el tratado. Así está quedó establecido en el artículo 2205 del TLCAN: si una parte se quiere salir manda una carta a los socios para anunciarles que será a partir del día “X” y en seis meses se hace efectiva la salida.

 

“Si algún día, a lo largo de este proceso Estados Unidos dice me voy porque no aceptas mis propuestas, que por cierto muchas son inaceptables, le vamos a indicar en dónde está la puerta”, puntualizó Baker.

 

Sobre este punto, el secretario Ildefonso Guajardo dijo ante diputados que la posibilidad de abandonar el acuerdo no es un escenario que México busque, aunque la posibilidad no está descartada.

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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