El desfile del 16 de septiembre del 2014 será recordado por el papel estelar que tuvo por primera vez la Marina, por la marcha de la Gendarmería y por algunos incidentes menores antes y durante el evento, aderezados con una discreta participación aérea.

 

Esta vez no hubo grandes aviones Hércules o Boeing surcando el cielo, ni paracaidistas arrojándose desde helicópteros. De hecho los reflectores estuvieron en el “kitam” (Jabalí en maya), un prototipo súper blindado del Ejército que usó el presidente para pasar revista a los poco más de 22 mil efectivos que participaron en el desfile.

 

La conmemoración conjunta del 204 aniversario de la Independencia de México, con el Centenario de la Heroica Defensa del Puerto de Veracruz, hecha por marinos el 21 de abril de 1914, fue el pretexto perfecto para darle a la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) la iniciativa en el desfile.

 

Es un rol protagónico que, en realidad, como comentaron en corto algunos marinos, ya merecía la Armada desde hace varios años. Cabe señalar que es la Semar la que en el gobierno de Felipe Calderón y aún con Enrique Peña Nieto, acumula las principales capturas o abatimientos de los capos del narcotráfico.

 

Así que motivos le sobraban para sonreír al Almirante de más de 40 años de carrera, Joaquín Zetina Angulo, primer marino en ser designado Jefe de la Columna de la parada militar del 16 de septiembre. Pero como su designación lo amerita, mantuvo la seriedad, ataviado en el uniforme de gala en su vehículo blindado.

 

Y por si había duda de que la Armada tendría el papel protagónico, fueron sus contingentes los que abrieron la marcha después del paso de las escoltas, rol que rutinariamente le correspondía a los planteles escolares del Ejército.

 

Durante los primeros 35 minutos de un desfile, que no llegó a las dos horas, marcharon desde los cadetes de la heroica Escuela Naval militar, hasta lo los elementos de la Infantería de Marina y los de las Fuerzas especiales con sus trajes de camuflaje, acompañados de toda su maquinaria vehicular y blindada.

 

Luego vinieron los representantes extranjeros de ocho países que esta vez también eran de las ramas navales. Entre otros estuvieron los contingentes de Estados Unidos, Brasil y Colombia.

 

El resto del desfile fue lo tradicional, con el paso del Ejército y sus distintas armas, hasta que llegó la policía federal y los contingentes de operaciones especiales y seguridad rural de la nueva División de Gendarmería. Era un pendiente luego de que el año pasado se anunció que este grupo marcharía en el aniversario de la independencia, pero el retraso en su arranque lo impidió.

 

“Negritos” del arroz

 

* Poco espectáculo aéreo. El descenso de 15 paracaidistas se canceló por escasa visibilidad. Volaron los jets F5 y aviones ligeros pero faltaron grandes como los Hércules o Boeing 727.

 

* Izamiento accidentado. La bandera se desprendió cuando era subida en el asta principal de la Plaza de la Constitución ante la vista del Presidente.

 

* Caballos nerviosos. Poco antes de pasar frente al palco presidencial por lo menos cuatro jinetes del Colegio Militar tuvieron que maniobrar de más para controlar a sus caballos.

 

 

Investigan revisión a niños

 

 

La Policía Federal inició una investigación interna por la revisión que sus elementos hicieron a niños, incluidos cateos corporales, previo a la ceremonia del Grito de la Independencia, el 15 de septiembre.

 

Autoridades indicaron que el incidente sólo ocurrió en uno de los filtros de revisión ubicado en la calle 20 de Noviembre. Se presume que se extralimitó una instrucción del Estado Mayor Presidencial para que se revisara a todas las personas que quisieran ingresar al Zócalo.

 

La investigación está a cargo de Asuntos Internos de la corporación, y de considerarse que hubo excesos habría sanciones administrativas.

 

 

En los estados

 

El gobernador Roberto Borge encabezó el Desfile en Quintana Roo. Marinos, militares, policías y estudiantes participaron.

 

Policías estatales en paro se manifestaron durante el Desfile en Oaxaca, ante la ausencia del mandatario Gabino Cue.

 

Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México presenció el Desfile, y al terminar se congratuló de que los festejos terminaron con saldo blanco.

 

Bárbara Botello, alcaldesa de León, tomó la vanguardia del Desfile montada en un caballo y finalizó con un inusual mensaje sobre desarrollo.

 

En Guerrero, el gobernador Ángel Aguirre, presidió la ceremonia del Desfile cívico-militar acompañado por mandos Sedena y Semar.