Gran parte de los candidatos vive un acoso:
Como no pueden usar encuestas confiables sin permiso del Instituto Nacional Electoral (INE), ellos deben patrocinar las propias.
Todas para consumo personal.
Las pueden encargar a empresas de largo historial público, cuyos propietarios así verán la posibilidad de allegarse dinero extra, o con firmas menos reconocidas.
En todo caso, es el surgimiento de una próspera actividad adicional, paralela a la desarrollada desde los tiempos de Carlos Salinas, quien guiaba con ellas sus actos de gobierno.
Luego la estrategia fue utilizada como mecanismo de promoción y legitimación.
Por ejemplo, en 1991 el entonces dirigente priista Luis Donaldo Colosio realizó un viaje a Estados Unidos para posicionar la inminencia del resultado electoral:
–El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganará con más de 60% las elecciones venideras –anunció en el Club Nacional de Prensa, y repartió copia de la encuesta de María de las Heras.
Cuando se confirmó el resultado, nadie cuestionó el triunfo priista ni su origen político, el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol).
Hoy el problema para los candidatos es múltiple: por un lado no pueden utilizar esos escenarios para su promoción, pero los acosan ejércitos de supuestos especialistas demoscópicos.
Y ni modo, nadie puede quitárselos porque, si no los contratan y tampoco les dan dinero, luego utilizan esa información para golpearlos.
EL BRONCO BRINCA ENTRE PROBLEMAS
Algunos candidatos se pintan solos para generarse problemas.
Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, marchaba con velas desplegadas en pos de la gubernatura de Nuevo León cuando se enredó solito.
Hizo su declaración patrimonial para demostrar cuán transparente es y, ¡oh sorpresa!, le resultaron riquezas no enumeradas y quién sabe cómo habidas porque, dice, son de familiares suyos.
Ahora sus opositores y los medios de comunicación andan sobre pistas según las cuales sus solares urbanos y parcelas tienen un valor superior a 20 millones de pesos.
–¿Quién pompó? –parodiaría Andrés Manuel López a su paisano Chico Che.
–El Bronco salió muy retobón en los dichos pero muy incongruente en los hechos –dice a su vez el dirigente tricolor César Camacho.
Conflicto adicional de Rodríguez Calderón es el lío con su ex mujer, Silvia González, quien presenta a su propia hija como testigo de las agresiones recibidas de él.
Todo quedaría en chisme de alcoba si él públicamente no lo hubiese negado en pleno debate de candidatos –“jamás he golpeado a una mujer”– y el tema no hubiera escalado a la campaña.
DESAMPARO PANISTA A SONIA MENDOZA
1.- Otra candidata en problemas es la panista Sonia Mendoza.
La aspirante a gobernadora de San Luis Potosí tiene como problema sustantivo la falta de apoyo de dirigentes y correligionarios de Acción Nacional (PAN).
No han acudido, por ejemplo, el ex presidente Felipe Calderón ni su esposa Margarita Zavala, cuya aceptación entre panistas es incuestionable, ni Gustavo Madero.
Tampoco se han sumado el senador Octavio Pedroza y su competidor interno Alejandro Zapata Perogordo.
Ergo, los simpatizantes de ambos políticos potosinos no participan y ven con recelo la campaña de Sonia Mendoza.
A esos males se agrega la difusión de un video según el cual ella agredió en 2011 a su ex marido Gerardo López, y sus ex suegros Secundino López y Carmela de López.
Y 2.- dé seguimiento a las declaraciones de los coordinadores parlamentarios Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones.
El senador citó las reformas y destacó: el gobierno ya tiene instrumentos para aplicar el Estado de derecho, como prometió.
Y el segundo habló de las leyes secundarias como “cauce jurídico para su instrumentación”.