Saber que las cosas tienen una alta probabilidad de cambio, pero no saber la profundidad de ese cambio, genera inquietud e incertidumbre. Esto se está viviendo en el día a día en los mercados mexicanos, aunque se incorpora tanto a analistas, inversionistas, operadores y sociedad.

 

El resultado electoral vivido en Estados Unidos empieza a alcanzar dimensiones en todos los niveles de la sociedad, pero con un resultado único que es un menor crecimiento económico para México en 2017.

 

El FMI hizo una recomendación muy importante para nuestro país. México puede ser uno de los más expuestos a una salida de capitales entre 30 economías emergentes. La cercanía con Estados Unidos y el tratado de libre comercio han llevado a que muchas empresas tanto de Estados Unidos como de Canadá hayan decidido, en el transcurso de los últimos 22 años, venir a México a producir por un ahorro en costos de producción, lo cual hoy parece tener implicaciones negativas hacia el gobierno de la administración de Trump. Regresar las empresas a su país generará mayores costos y un aumento en la inflación, indudablemente.

 

Los empresarios que normalmente buscan crecer y expandir su mercado, hoy se encuentran en un “compás de espera”. Por un lado, una depreciación del peso mexicano frente al dólar de 20%, y en el que no se ve un techo próximo aún hay que sumarle la incertidumbre del efecto Trump, con la posible revisión del TLC, que en su caso podría llevar meses, lo que ha generado un freno a nuevas inversiones y únicamente invertir para mantener la inercia del negocio en marcha.

 

Los inversionistas en los mercados financieros se encuentran con una clara señal de un posible cambio de perspectivas para México con el riesgo de una baja en la calificación crediticia durante 2017. ¿Qué sectores pueden ser ganadores dentro de este cambio?, ¿qué empresas se verán beneficiadas y cuáles tendrán impacto negativo?, ¿a qué velocidad se estará desacelerando la economía mexicana el próximo año? Todas estas preguntas han tenido respuestas mínimas y con suposiciones. Ante ello, las personas físicas buscan aumentar su liquidez tanto en bolsa como en mercado de deuda, que, por cierto, ha tenido un impacto negativo fuerte en las últimas cuatro a cinco semanas, y la bolsa que ha experimentado una caída de casi 7% y con un tipo de cambio depreciado casi 5%.

 

Los analistas trabajan en sus supuestos, en estar alerta ante cualquier información para trabajar en sus modelos fundamentales y estimar los precios objetivos de las empresas, de los sectores y, en su caso, de los países beneficiados y afectados.

 

Los operadores de las mesas y gestores de inversión que tratan de adherirse a las tendencias de los mercados, pero acostumbrados a que durante muchos meses el beneficio de la alta liquidez global generó siempre la confianza de que la tendencia de alza en las bolsas se mantendría, aunque en el caso de la bolsa de México