La Fed ha tenido una comunicación abierta y fácil hacia el mercado durante el mandato de Janet Yellen, por lo que al evaluar la condición de su economía, el desarrollo de la inflación y el empleo, se dio por descontado el aumento de 25 puntos base para dejar al cierre de 2017 la tasa de interés en 1.5%.

 

El dinamismo de su economía con tasas de crecimiento arriba de 3.0% en los últimos dos trimestres del año, además de la reforma fiscal ya aprobada, pero que en unos días dejará definida el Congreso americano, llevarán a una previsión de tres a cuatro posibles incrementos en las tasas de interés con la idea de ir normalizando la política monetaria hacia una zona objetivo entre 3.0 y 3.5%.

 

Para 2018, la Fed espera un crecimiento de la economía entre 2.2 y 2.6% anual, una tasa de desempleo entre 3.7 y 4.2% (actualmente es 4.1%) y una inflación que pudiera ubicarse entre 1.7 y 1.9% anual (en la actualidad es 2.2% anual).

 

Por ello, los mercados de capitales se mantienen en su larga trayectoria en su tendencia de alza, el bono a 10 años dentro de un rango entre 2.27 y 2.45% y un dólar que sigue tratando de validar una zona inferior teniendo en el año una pérdida frente a la canasta de divisas del orden de 8.3%.

 

 

Con respecto al Banxico

El Banco Central, con Alejandro Díaz de León en su primera reunión como gobernador, decidió incrementar la tasa de referencia con el fin de situarse en 25 pb para ubicarse en 7.25% al cierre de 2017.

 

En el comunicado dio a conocer algunos puntos relevantes:

1.La economía mundial siguió creciendo a buen ritmo durante el cuarto semestre del año.

 

2.Reconoce el buen momento que mantiene la economía de Estados Unidos en crecimiento, creación de empleos y una inflación en camino al objetivo.

 

3.La economía nacional muestra una desaceleración desde el tercer trimestre del año con un balance de riesgos hacia la baja por el desarrollo incierto del TLCAN.

 

4.La presencia de nuevos choques sobre la inflación generó un alza en noviembre a 6.63%, y el efecto de un incremento en el salario mínimo en diciembre anticiparía una probable inflación superior en diciembre.

 

5.La convergencia hacia el objetivo de 3.0% será más lenta y se podría alcanzar hasta finales del próximo año.

 

6.Habrá que cuidar riesgos de un desarrollo adverso del TLCAN, de la reforma fiscal de Estados Unidos, riesgos de alza en bienes agropecuarios y energéticos, entre otros.

 

 

El 2018 se presenta como un reto para el Banxico. Buscar que la inflación retorne al objetivo de 3.0 +/- 1.0% para que contribuya a que la economía recupere su dinamismo, el consumo privado muestre mayores tasas de crecimiento, pero sucederá si, por un lado, la inflación y el tipo de cambio se muestran más estables y los factores extraordinarios como el desarrollo del TLCAN, las elecciones en 2018 y la reforma fiscal de Estados Unidos, entre otros, transcurren dentro de un ámbito normal y/o positivo que brinde certeza en los inversionistas tanto directos como hacia los mercados.

 

Con todo esto, 2018 será un año en donde las políticas monetarias seguirán incidiendo en las economías y en las inversiones. Lo importante es que contribuyan a la estabilidad macroeconómica y aporten valor para un crecimiento económico más favorable, en especial para México, nación terminará 2017 en 1.9%-2.0% vs. 2.2-2.5% de Estados Unidos, algo que se ha dado muy pocas veces en el tiempo como economía emergente y desarrollada, respectivamente.