No hay nada más tierno (o de mal gusto, hay ambos polos) que ver las fotos que Vogue tomó de la boda de Kanye West y Kim Kardashian. ¿Qué pasaría si a la icónica portada le añadiéramos dos hombres más, uno al lado de ella y el otro mordiendo el dedo de Yeezus. La escena se vuelve ungangbang de locura.

Ahora, reconstruyamos uno de los rostros más solicitados de las pasarelas y las revistas fashionistas, el de Cara Delevingne. En esta versión vemos a la modelo levantarse la camiseta para enseñar sus pechos… masculinos. Esto es lo que hace el estadounidense Kalen Hollomon, quien recorta y pega retratos de la personalidades de la moda y el espectáculo y los deconstruye (es una especie de perverso e hipersexualizado Guy Debord) a diestra y siniestra.

Así, pasamos por un conjunto de imágenes que juegan con la sexualidad de actores, cantantes y modelos (Justin Bieber sale a un lado de dos machos con actitud amenazadora y Charlotte Gainsbourg nos recuerda a alguna de sus escenas de Ninfomanía) y donde la identidad de género es cambiada (Rihanna luce como toda una she-male).

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Hollomon es consciente de la polémica que esto trae como resultado; por ello, busca superar sus límites y atacar a su vez a la publicidad aburrida que siempre vemos a diario y la monotonía diaria. Sus locuras no solo se remiten al stardom, sino que las amplia a la vida cotidiana. Para esto toma cientos de fotografías en las calles y en el metro neoyorquino para encuadrarlas después. La estrategia es aparentemente sencilla, pero el resultado logra una enorme potencia expresiva. Tal vez porque se dedica a exponer un elemento, el sexo, tan presente en el imaginario colectivo como oculto (y sugerido) en las imágenes convencionales.

Su trabajo pudiera pensarse como superficial y chistoso, pero es a la vez una reflexión sobre la delgada línea entre el espacio público y el privado. En la era post Internet o pos digital (o post lo que sea), difícilmente llegamos a pensar que estamos saturados de información que nos acerca más a nuestros artistas favoritos pero también nos aleja de nuestro vecino. Por su parte, a industria de la moda ya se ha fijado en su obra. Y en la línea de firmas como Kenzo o Prada, que utilizan recortables en sus campañas publicitarias, Hollomon ya ha trabajado con Vogue, superponiendo modelos de la semana de la moda de París en las calles de Nueva York, y con la diseñadora Tabya Taylor, para la que creó un catálogo a base de collages.

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Para saber más de su trabajo puedes visitar su Instagram.