Desde septiembre de 2016, diversas economías en el mundo han venido presentando crecimientos consistentes que hoy mantienen una muy buena dinámica mundial. Consideramos que tanto Estados Unidos como Europa (Zona Euro) marcan un pleno crecimiento, lo que representa una demanda mayor de materias primas como el petróleo.

 

Otros países, como Japón, vienen poco a poco reforzando condiciones de crecimiento a través de una alianza entre la política económica y política monetaria. Recientemente el primer ministro, Shinzo Abe, logró mayoría en el Congreso que permitirá seguir con esta dinámica.

 

China, por su parte, mantiene un ritmo de expansión entre 6.7 y 6.9% anual dentro de su proceso de transición de una economía de maquila y exportación a una economía más de consumo interno. Por ello, este ritmo de crecimiento es positivo sin alcanzar un sobrecalentamiento.

 

Tanto a China como a Japón los ubicamos dentro de una zona de recuperación, pero, desde luego, por debajo del pleno crecimiento.

 

Dentro de nuestro análisis de medición, día a día incluimos indicadores como el PIB, la inflación al productor y consumidor, las ventas minoristas, la producción industrial, indicadores de manufactura y servicio, el comportamiento de las bolsas, de las divisas, indicadores de confianza al consumidor y las tasas de interés, entre otros.

 

Ante ello, hemos venido viendo cómo los precios del petróleo han retomado su ascenso. Simplemente en el período de un mes (6 de octubre al 6 de noviembre), las cotizaciones del WTI y de la mezcla mexicana inclusive han reaccionado 16%.

 

Ya en el año, borraron las pérdidas y vienen registrando alzas de 6.6% el WTI, 12.2% el Brent del Mar del Norte y de 17.10% la mezcla mexicana.

 

Además del crecimiento de la economía global, los países productores siguen buscando equilibrar la oferta y demanda mundial. Mantienen un programa de recorte de la producción diaria de crudo y quieren extenderlo al menos hasta septiembre de 2018. Creemos que el nivel de ejecución y confiabilidad en este programa rondan alrededor de 80%.

 

Además, cuando existen noticias en naciones dominantes en la producción de crudo como Arabia Saudita o Rusia, el efecto sobre el precio es casi inmediato. En Arabia Saudita se trabaja en un proceso “anticorrupción” y Rusia mantiene conversaciones con diferentes países para continuar con la vigencia del programa de reducción en la producción diaria de crudo. Desde nuestro punto de vista, la condición positiva en los precios del petróleo ha sido favorable. ¿Pero ahora qué sigue?

 

Desde el punto de vista técnico, el WTI como referencia tendrá una prueba a partir de los 58.50 dólares por barril. Menos probable que se extienda hasta los 62 dólares por barril, es decir, vemos que el potencial de alza se empezará a reducir, y es probable que en breve entre a consolidar esta importante ganancia.

 

En el caso de la mezcla mexicana pudiera probar la zona de 58.0 a 59.0 dólares, donde vemos condiciones para una sana toma de utilidades. Es probable que la mezcla mexicana siga con cierta ventaja en las cotizaciones, aunque, no hay duda, veremos una reducción en el potencial de alza en las siguientes semanas.