El llamado de Emilio Gamboa a coordinadores parlamentarios de los partidos de oposición en el Senado para negociar un periodo extraordinario de sesiones parece una broma.

 

 

Luego de cuatro años, los partidos en el Senado no han podido o querido designar al fiscal encargado de combatir la corrupción, debido a la intransigencia del PRI para cederle autonomía plena.

 

 

Para que tenga una idea de cómo está el asunto, en los términos constitucionales a la fecha, el fiscal anticorrupción tendría que reportar directamente al procurador general o, en su caso, al fiscal de la Nación, cuando se dé la transición.

 

 

El fiscal anticorrupción, además, no tendría facultades para designar a su equipo de trabajo, es decir, tendría que trabajar con los peritos-técnicos actuales, no podrá investigar a los funcionarios de la propia PGR, entre otras limitaciones.

 

 

El 19 de abril pasado, la PGR publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo por el que se crea la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción, la cual, establece el documento, “tendrá autonomía técnica y operativa”, pero no presupuestal.

 

 

Con este escenario, el coordinador de los senadores del PAN, Fernando Herrera, ya dijo que su partido no le entrará pese a que, desde el 28 de noviembre pasado, el presidente Peña envió al Senado una iniciativa para reformar el artículo decimosexto transitorio de la reforma político-electoral de febrero de 2014.

 

 

La reforma que pretende Peña (y que no ha sido atendida en el Senado) es que se elimine el pase automático de procurador a fiscal, como establece el artículo 102 de la Constitución.

 
Pero los panistas quieren más; además, pretenden que el periodo de labores del fiscal se reduzca de nueve a cinco años, algo que el PRI no está dispuesto a negociar.

 

Circo en SLP

Aunque quiso, el gobernador de San Luis Potosí no pudo remover al diputado priista Alejandro Segovia Hernández, quien el 20 de abril pasado dijo desde la tribuna del Congreso local que al mandatario “le faltaban huevos” para combatir la inseguridad y para diseñar un programa de protección civil.

 

 

Al día siguiente, Segovia Hernández fue “invitado” por el secretario general de gobierno, Alejandro Leal, para que solicitara licencia y dejara la diputación; Segovia lo hizo, pero ayer anunció que siempre no, que no se va y que le hagan como quieran. Ups…

 

Sauri reaparece

 

¿Se acuerda de Dulce María Sauri Riancho? A la yucateca le correspondió el nada honroso privilegio de presidir el PRI en 2000, cuando Vicente Fox le arrebató la Presidencia.

 

 

Ahora, Sauri desató a los demonios al aceptar la Dirección Regional de la Unidad Peninsular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

 

 

Su nombramiento, dicen sus malquerientes, tiene tufo político. Sauri, por cierto, alejada de la vida política nacional, concluyó el año pasado un doctorado en Historia.