El sentimiento de culpa por dedicar menos tiempo a las labores del hogar y a cuidar de sus hijos, ha ocasionado que 48% de las mujeres que están trabajando rechacen ascensos que les podrían traer mejores oportunidades de crecer profesionalmente.

 

De acuerdo con la última encuesta a empleadores que elaboró Manpower Group, las mujeres rechazan estos ascensos porque les implicarían pasar menos tiempo en casa. Por esta preocupación dejan de asistir a eventos sociales de sus empresas cuyo propósito es el “networking”, hacer relaciones públicas con empresarios o colaboradores que puedan ayudar a mejorar las condiciones laborales.

 

Este sentimiento las “une”: casi la mitad de las mujeres educadas que decide abandonar sus carreras profesionales para ocuparse del cuidado del hogar y la familia, siente culpa por “desperdiciar” sus estudios universitarios y contribuir con el ingreso familiar.

 

De ellas, 44% señaló que se quedaba en casa por las necesidades de sus hijos; 35% por el costo del cuidado infantil; 26% porque el salario no justificaba el costo de trabajar.

 

En cambio, quienes deciden seguir trabajando sienten culpa por no dedicar más tiempo a las labores del hogar.

 

Igual, de acuerdo con esta encuesta realizada entre más de cuatro mil empresas, los hombres negocian su salario a los 18 meses de haber ingresado a una empresa, mientras que las mujeres tardan o deciden no hacerlo.

 

Sin embargo, entre las mujeres de la Generación Y la cosa está cambiando: para 96% de las entrevistadas nacidas en la década de 1980 su meta más importante es ser independiente, ya no el matrimonio; 87% define la palabra “éxito” como la capacidad de forjar su propio futuro.