Martha Debayle, quien este mes celebra la primera década de su programa en W Radio, es una de esas personalidades que amas u odias, pues por igual es considerada como una de las mejores empresarias y locutoras del país, que lo mismo se dice que es una mujer arrogante que se preocupa solamente por su imagen. Lo que es un hecho es que, desde que debutó en la radio allá por 1987, en Stereo 100, siempre ha dado de qué hablar.

 

A lo largo de los años se ha convertido en blanco de críticas, por lo general infundadas, ya sea por su manera de hablar inglés, su personalidad “fresa”, su cercanía con los poderosos o por el pasado Somocista de su familia; pero al mismo tiempo se ha ganado el respeto y la admiración de miles, quizá millones de personas gracias a su tesón, a una personalidad fuerte, controladora, pero al mismo tiempo amable, que la hicieron salir adelante y la ayudaron a reinventarse como una de las mujeres más admiradas, reconocidas y poderosas de México.
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Y a pesar de que existe la creencia de que la vida le ha sido fácil por ser descendiente de una acomodada familia de origen francés, la realidad es que la historia de esta menudita empresaria, nacida en Nicaragua hace 48 años, que vivió la mayor parte de su infancia en Nueva York y que abandonó una carrera (Diseño Gráfico) para dedicarse a perseguir su pasión, es la de una mujer que tuvo que superar mil obstáculos en un país donde la cultura machista no ve con buenos ojos que una mujer salga adelante por sí misma, por su propio esfuerzo.

 

A Martha la conocí en 1989, cuando era una de las locutoras top en Alfa 91.3, y he sido testigo de cómo ha llevado su carrera desde entonces. Desde su llegada a WFM 96.9 (de la que han salido claros ejemplos de éxito como Alejandro González Iñárritu, Martín Hernández, Charo Fernández o Pepe Campa, y de la que orgullosamente formé parte de 1997 a 1999), pasando por su llegada a la televisión con su segmento de bbtips, hasta sus transmisiones para entregas del Oscar o el Grammy.

 

Pero también he visto el empeño y esfuerzo por el que tuvo que pasar para salir adelante, para reinventarse, sacando adelante primero el proyecto de bbmundo en un momento en el que nadie creía en la web, así como su regreso a la radio, primero en Best FM y de nueva cuenta en W Radio, con el programa que sirve de pretexto para esta columna, debido a que está cumpliendo 10 años ininterrumpidos al aire.

 

De Martha he escuchado decir muchas cosas, desde que se ha convertido en una “marca” hasta que es una pesadilla trabajar con ella, pero de que se ha ganado a pulso el éxito y el lugar que tiene no cabe duda. Y eso genera envidias. Perfecta no es, pues es tan humana como cualquiera (quien esté libre de pecado…), pero al menos en mi experiencia con ella siempre ha sido una persona amable, dispuesta a escuchar y, lo más importante, extremadamente agradecida.

 

Y eso se refleja en su programa, el cual dentro de su sector es el más escuchado. Sí, muchos se podrán quejar de que le encanta tener la atención y los reflectores encima, o de que a veces peca de presumida, pero una cosa es innegable: sostener un programa de radio por 10 años, en una época en la que hay miles de opciones para escuchar a través de diversas plataformas, es digno de reconocerse y felicitarse.

 

Más de 860 mil seguidores en Facebook y casi un millón en Twitter son el reflejo de un esfuerzo por tratar de darle a los radioescuchas (“cuentahabientes” los llama ella) no la nota chismosa, la broma pesada o el entretenimiento fácil y banal, sino información valiosa, útil e interesante que por igual va de temas de psicología, relaciones personales, sexualidad, belleza o historia hasta cuidados del bebé, de la salud, de las finanzas, de los negocios y un sinfín de cosas más que, me consta, le han ayudado y hasta cambiado la vida a muchísimas personas.

 

Lo más importante es que cuando aborda cualquier tema, no es ella la que se luce, sino sus invitados, todos ellos especialistas reconocidos en su área y quienes hablan con la seguridad de que lo que están diciendo está avalado por conocimientos y experiencia. En ese sentido, el programa de Debayle es un bicho rarísimo dentro de la radio mexicana, tan llena de cosas pueriles y conductores que no tienen la menor idea de lo que están hablando.

 

Por ello es justo hacer un reconocimiento público no sólo a ella, sino a todo un equipo (comandado por su productora, Rebeca Mangas) que está detrás apoyándola y sacando adelante una empresa extremadamente complicada en una época en la que, aparentemente, pensar no es requerido. Martha y su programa llegan a 10 años con una altísima calidad, gracias en gran parte a que ella y su equipo han seguido, al pie de la letra, una de sus frases más famosas: “Si quieres tener lo que pocos tienen, debes estar dispuesto a hacer lo que pocos hacen”. Y lo han logrado con creces. ¡Felicidades!