Venezuela vive la más grande crisis económica, política y humanitaria, agudizada por la caída de los precios del petróleo y el alto nivel de corrupción del gobierno de Nicolás Maduro. En los últimos años hemos visto las imágenes del desabasto en los centros comerciales, la hambruna, la falta de medicamentos y el regreso de enfermedades que ya estaban erradicadas.

 

Frente a las medidas para controlar la Asamblea Nacional Constituyente, el Ejecutivo venezolano asumió las facultades del Legislativo a través del Tribunal Supremo de Justicia, controlado de facto por Maduro, lo que provocó que la oposición venezolana, con protestas, consiguiera revocar la acción, lo que agudizó el enfrentamiento entre la oposición y el gobierno. Por más que estos grupos opositores y la comunidad internacional instaron a suspender su llamado a la elección de la Asamblea, no tuvieron éxito, a pesar de los más de 100 muertos que resultaron de las manifestaciones.

 

La elección de la Constituyente, que claramente es inconstitucional y antidemocrática, ha cruzado una línea muy peligrosa, porque ha escalado a un mayor nivel de polarización y está acotada por las presiones internacionales, tanto del Gobierno de los EUA, de 13 países de la región, en el que se incluye México y la Unión Europea. Es ahora cuando Diosdado Cabello anuncia que la Constituyente ocupará las instalaciones de la Asamblea Nacional y que será el poder sobre todas las autoridades, con la posibilidad de disolver la Fiscalía.

 

El papel de las Fuerzas Armadas sigue siendo un factor clave en Venezuela; su líder sigue teniendo el apoyo de esa cúpula, quienes se siguen beneficiando de un enriquecimiento desmedido que el propio Maduro les ha dado. Pero también en las Fuerzas Armadas se ve un quiebre, y es un escenario que debemos monitorear.

 

Lo que Venezuela está viviendo es un golpe de Estado dirigido al Congreso de mayoría opositora, lo que agrava la crisis. Mientras la oposición busca llevar a Maduro y a su gabinete ante la Corte Penal Internacional acusados de crímenes de lesa humanidad.

 

SUSURROS

 

  • La UNAM nombró al doctor Jorge Traslosheros como coordinador del Posgrado de Maestría y Doctorado en Historia. Enhorabuena al gran profesional, quien se autodenomina católico de a pie, laico del común y ciudadano del montón.

 

  • Paulo Carreño, director general de ProMéxico, anunció que en este mes de agosto se llevará a cabo la séptima Ronda de Negociaciones entre México y Brasil, para ampliar el acuerdo comercial que ya tienen ambos países. Entre los sectores más involucrados estarán el pecuario y automotriz, pero siempre con la visión de que sea moderno, de última generación.

 

  • Carlos Hank González, presidente del Grupo Financiero Banorte, y Marcos Ramírez Miguel, director general, impulsan el programa #MexicanosFuertes, proyecto con causa social que busca descubrir y difundir historias de mexicanos que están generando un cambio positivo en nuestra nación.

 

caem