En todos los comederos políticos no se habla de otra cosa que no sea el “inminente’’ destape del candidato presidencial del PRI.

 

Y hasta se aventuran fechas: que será la próxima semana, entre el 27 de noviembre y el 4 de diciembre o, en su defecto, el mismo 14 de diciembre, un día antes de que inicien las precampañas oficialmente.

 

Ya se nota el nerviosismo no sólo entre los militantes de a pie, sino entre los propios precandidatos.

 

Ayer, por ejemplo, José Antonio Meade dijo que la incertidumbre política sobre 2018 frena las inversiones en el país.

 

Meade habló ante el cuerpo diplomático acreditado en nuestro país, y aunque se refirió a la “incertidumbre política’’ del próximo año, algunos interpretaron sus palabras como un llamado al gran elector (ya sabe quién es) para que no la siga haciendo de emoción y se defina.

 

Otro presidenciable, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se vio beneficiado con los reflectores que concede una comparecencia ante el Senado de la República.

 

El hidalguense aprovechó la ocasión para deslindarse de las empresas que supuestamente han sido beneficiadas durante su gestión con contratos que suman dos mil 500 millones de pesos.

 

Dijo que no tenía conflictos de interés y que lo que tiene es producto de sus 35 años de trabajo.

 

Pero no desperdició la oportunidad de lanzar una puya: “A mí no me heredaron ni han donado absolutamente nada; es producto de mi esfuerzo y el resultado de ello’’.

 

¿Quién de los altos funcionarios de gobierno en su declaración fiscal ha declarado haber sido beneficiado con herencias y donaciones?

 

Ésa es la pregunta.

 

 

 

Y mientras los precandidatos del tricolor se aceleran, el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, anunció que el próximo 4 de diciembre se emitirá la convocatoria para la elección del candidato presidencial.

 

Ya sabemos que uno es elegido, pero necesitará que por lo menos otro –u otros- se inscriba para poder aprovechar los casi tres meses de precampaña que permite la ley.

 

Ahora, que quién sabe si la bufalada aguante hasta esa fecha antes de correr a felicitar al destapado.

 

 

 

El Gobierno de Campeche puso ayer en marcha un novedoso programa educativo, con el que pretende que los 32 mil alumnos de educación media superior del estado tengan acceso a una computadora.

 

En sociedad con Google for Education, el Gobierno estatal, que encabeza Alejandro Moreno, desarrolló un proyecto que consiste en entregar a cada estudiante de bachillerato, una computadora con los programas escolares, libros y material de clase, precargados.

 

El gobierno invirtió 70 millones de pesos en la compra de las primeras 15 mil 500 computadoras –que entregó ayer-, en tanto que Google for Education proporcionará gratuitamente la plataforma tecnológica, las herramientas digitales y la capacitación para los profesores.

 

El programa es único en Latinoamérica; la plataforma de Google contiene herramientas que incluye un correo institucional, acceso a Google Drive con memoria ilimitada y acceso a todas las herramientas de ofimática de Google para estudiantes y profesores.

 

Para un estado que tiene en promedio 29% de conectividad –la media nacional es de 53% y de 93% en los países de la OCDE-, el programa presentado ayer es un auténtico brinco al futuro.

 

 

 

¿A poco Nueva Alianza anda mendigando que lo acepten en el Frente?

 

El partido está como para cargarse con cualquier bloque e, incluso, ir solo en las elecciones.

 

Pero le sigue insistiendo al Frente, que parece que no quiere a nadie que susurre “elección abierta’’.