Si quieres vender tu coche véndeselo a Banorte, seguro te dará 30% más que cualquier otro. Este es un chiste que circula desde hace tiempo en el sector financiero haciendo referencia a que el grupo que preside Guillermo Ortiz Martínez ha sido protagonista de las compras más agresivas que ha visto el sector financiero en los últimos meses.

 

Seguramente que con la nueva compra que ayer se anunció, el chiste volverá a cobrar vida. Y es que ayer el grupo financiero Banorte anunció la compra del 49% de las acciones que poseía su socio italiano Assicurazioni Generali en los negocios de pensiones y seguros en México, participación por la que Banorte pagó 857.5 millones de dólares. Como otros grupos europeos Generali ha puesto a la venta activos no estratégicos para recoger unos 4 mil millones de euros y con ello fortalecer su capital; situación que Banorte vio como una oportunidad en un segmento en el que no ha destacado, pero en el que quiere asumir una posición de mayor relevancia.

 

¿Pagó caro Banorte su intención de hacerse con el 100% del negocio de seguros y de pensiones privadas que compartía con los italianos? Por las declaraciones de éstos últimos, parece ser que sí; aunque evidentemente para Banorte es el precio justo para quedarse con el negocio.

 

Pero Banorte ya ha pagado esos altos precios en fechas recientes con la misma intención de convertirse en un jugador relevante. A principios de año concretó la compra de Afore Bancomer por la que –junto con el IMSS- pagó 1,735 millones de dólares, un monto que algunos expertos estimaron elevado; pero que le dio a Banorte el liderazgo absoluto en el mercado de las administradoras de fondos para el retiro.

 

Antes de eso, en 2010, Banorte ya había anunciado la compra de IXE, un banco de nicho, en una transacción por 16,200 millones de pesos, precio que algunos analistas estimaron entre 10% y 15% por arriba de su valor real y que le daría a Banorte el tamaño suficiente como para colocarse en la tercera posición bancaria del país, solo después de BBVA-Bancomer y de Banamex, pero por encima del español Santander.

 

Así que en menos de tres años el grupo financiero Banorte ha desembolsado   alrededor de 38 mil millones de pesos –más de 3 mil millones de dólares- para hacerse de negocios financieros con el objetivo de fortalecer su posición de mercado.

 

La apuesta de ganar tamaño la comenzó Roberto González Barrera y la ha profundizado Guillermo Ortiz a una velocidad que llama la atención. Incluso se llegó a especular con la posibilidad de que Banorte hiciera una oferta mayor para adquirir algún otro banco de tamaño medio como el canadiense Scotiabank, aunque el proceso de fusión de IXE aún no ha terminado. También se ha especulado sobre el interés de Ortiz por hacerse de un banco regional para fortalecer su posicionamiento en zonas como el Bajío.

 

Pero todas estas son posibilidades que nacen de la agresiva política de crecimiento basado en adquisiciones que se ha planteado el consejo del grupo financiero no solo en el sector bancario sino también en el de los seguros y las pensiones.

 

Dado que las operaciones son recientes, los resultados concretos de estas adquisiciones y su grado de éxito, aún están por verse. La apuesta de Banorte por convertirse en un tiempo relativamente corto en un gran jugador del sistema financiero va en serio; pero veremos si fue acertada.

 

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