HORLIVKA. El presidente interino de Ucrania, Alexander Turchinov, planteó un referendo sobre la estructura del país y pidió a la ONU enviar tropas de paz al este del país, donde separatistas prorrusos ignoraron un ultimátum para desarmarse y se apoderaron de más edificios en al menos 10 ciudades.

 

En una conversación telefónica con el secretario general del organismo Ban Ki Moon, el presidente Oleksandr Turchynov insinuó que podría ocurrir una “operación antiterrorista” conjunta entre fuerzas de seguridad ucranianas y cascos azules de Naciones Unidas, de acuerdo con el sitio en internet de la presidencia.

 

Las fuerzas de paz tendrían que ser autorizadas por el Consejo General de la ONU, donde Rusia tiene poder de veto. La solicitud proviene de un gobierno que se ha visto impotente para poner orden entre los separatistas rusoparlantes en el este de Ucrania en la última semana.

 

El plazo establecido por Turchinov para que los pistoleros pro rusos salieran de los edificios gubernamentales en el este de Ucrania se venció ayer sin que hubiera indicios inmediatos de acción alguna para desalojar a los insurgentes. Por el contrario, una turba prorrusa tomó el Ayuntamiento de Zhdanovska y la dirección general de la Policía en la ciudad de Górlovka, después de asaltar la sede del Departamento del Interior, y nombraron como nuevo alcalde a un miembro de las milicias de autodefensa popular.

 

Desde que el presidente prorruso Víktor Yanukóvich se refugió en Moscú tras su derrocamiento en febrero, Rusia ha demandado reformas constitucionales que convertirían a Ucrania en una federación de estados.

 

Tras rechazar las demandas de referendo hechas por los separatistas, el presidente en funciones dijo que realizar una consulta sobre la estructura del Estado ucraniano era una posibilidad y que esa consulta podría realizarse el 25 de mayo, junto con las elecciones presidenciales.

 

Turchinov expresó su confianza de que los ucranianos rechazarán el convertir el país en una federación y se manifestarán contra su desmembramiento.

 

En una llamada telefónica efectuada ayer, el presidente Vladimir Putin exhortó a su homólogo Barack Obama a que convenza al gobierno ucraniano de no usar la fuerza contra los manifestantes pro rusos del oriente de Ucrania, informó el Kremlin en un comunicado.

 

El mandatario ruso refutó también las afirmaciones de que agentes rusos estaban involucradas en las protestas y dijo que eran “especulaciones basadas en información no fiable”, según el comunicado.

 

La Casa Blanca ha culpado de la agitación a Rusia, diciendo que hay similitudes innegables entre la situación en Ucrania y las maniobras del Kremlin en Crimea, la península sobre el Mar Negro que Rusia se anexó el mes pasado.

 

A pesar de esas aseveraciones, no estaba claro si Estados Unidos planeaba responder con sanciones económicas más fuertes. Obama ha advertido repetidas veces que un mayor avance de Rusia en Ucrania significaría una escalada seria de la crisis que llevaría a una respuesta internacional más fuerte, como las perspectivas de sanciones al sector energético y otras industrias clave de Rusia. Un alto funcionario de la Unión Europea dijo que los ministros de Relaciones Exteriores decidieron ayer sancionar a más rusos con congelamiento de activos y cancelaciones de visa, aunque parecieron opuestos a imponer sanciones económicas más amplias a Moscú.