KABUL. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, pidió hoy a los talibanes que se sumen al proceso de paz con el Gobierno afgano para acabar con más de catorce años de guerra, después de que los insurgentes rechazaran su participación e incluso hayan anunciado un ataque final contra sus enemigos.

 

“Pido de nuevo a los talibanes unirse al proceso de paz, un proceso que garantiza la igualdad para todos los afganos”, dijo Kerry acompañado del presidente afgano, Ashraf Gani, en una comparecencia en Kabul, donde acudió en una visita por sorpresa.

 

Tras subrayar que “hay esperanza para la paz”, añadió que el Ejecutivo afgano “está preparado para ello pero los talibanes deben condenar la violencia, respetar la Constitución y cortar sus lazos con el terrorismo”.

 

“La paz debe ser un proceso que incluya a todos lo afganos igualmente y ponga fin a los sufrimientos de la gente”, subrayó el jefe de la diplomacia estadunidense.

 

Gani, por su parte, valoró el apoyo de Estados Unidos en pro del fin de la violencia en el país asiático, “una larga aspiración de los afganos”.

 

“Los Estados Unidos se dan cuenta del anhelo de nuestra nación y apreciamos su cooperación”, aseveró el presidente.

 

El llamamiento del representante estadunidense llega después de que el principal grupo insurgente afgano, los talibanes liderados por el mulá Mansur, haya rechazado participar en el proceso de paz impulsado por el denominado Grupo a Cuatro, que forma Afganistán junto con Estados Unidos, Pakistán y China.

 

El cuarteto pretende con este proceso acabar con más de catorce años de guerra en el país asiático tras la caída del régimen talibán en 2001 con la invasión estadunidense.

 

Los insurgentes no solo han rechazado la iniciativa, sino que incluso han anunciado un “ataque final contra el enemigo”, en referencia tanto a las tropas del Gobierno afgano como a las fuerzas extranjeras desplegadas en el país.

 

Estados Unidos mantiene a unos 9.800 soldados en Afganistán, de los que cerca de la mitad permanecerán en territorio afgano más allá del final del mandato del presidente estadunidense, Barack Obama, en enero de 2017.

 

La OTAN, por su parte, cuenta con una misión de capacitación de las fuerzas afganas con alrededor de 4.000 soldados, que triplicará hasta los cerca de 12.000 debido a la creciente inseguridad en Afganistán.

 

La visita de Kerry a Kabul se produce después de que el viernes acudiera también por sorpresa a Irak, donde mostró su apoyo al Gobierno iraquí en su lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).