Lamentable, por no decir otra cosa, resultó el anuncio de la cancelación de los campeonatos mundiales de natación a celebrarse en el 2016 en Guadalajara; un mensaje desastroso a la imagen de nuestra nación, imagen por la que gasta mucho dinero el propio gobierno federal para lustrar mediante campañas en muchos países del mundo.

 

Mexico 2017 World Swi_Ramí (1)

 

Se trataba de una inversión de 100 millones de dólares a reunir en los años que hemos tenido para realizar el evento; hablamos de 25 millones de dólares por año, aproximadamente, para un evento que durante una par de semanas tendría en todo el mundo el nombre del país por todo lo alto: notas, boletines, imágenes, récords, etc.

 

Una inversión que comparada con los gastos superfluos e indignantes que el gobierno federal distribuye a los partidos políticos para que se los gasten en promoción y administración de éstos, resulta ridícula. Pues mala, muy mala decisión que dejará pésima imagen y un gasto de casi 20 millones que el país tendrá que pagar, entre lo ya invertido y la multa. Quizás y a fin de cuentas el ser político reditúa al país nada de nada y tal vez piensen que sea la natación.

 

Marcelo… adiós a las plurinominales

 

Batearon a Marcelo Ebrard de toda posibilidad de contender por una plurinominal en el PRD, lo despreciaron y con riesgos muy calculados. Tal vez si no estuviese tan desprestigiado por el tremendo escándalo de la Línea 12 del Metro, podría haberle resultado útil al partido del sol azteca pero así de percudido, el instituto político de izquierda prefirió quedarse con sus propias manchas de cochambre que anexarse otra más de una salsa nueva.

 

Al parecer y según los trascendidos, fue Ebrard quien proporcionó información a la reportera sicaria preferida del hombre de los dineros, quien ventiló lo de las casas, ante lo cual le lanzaron toda la metralla hasta dejarlo en ropa interior y ahora lo único que le queda es refugiarse en Morena para adquirir un fuero, aunque lejos estará de perfilarse a candidato a la presidencia.

 

Ni hablar, juegos políticos, y se la cobraron al que en su momento, según una revista muy amigable, era “el mejor alcalde del Mundo” aunque no pudo hacer ni una sola línea de Metro.