Un juez de la Audiencia Nacional española investiga a la cúpula del banco suizo HSBC en 2006 y 2007 por un presunto delito de blanqueo de capitales y organización criminal, así como por su colaboración en la salida y repatriación de fondos procedentes de las entidades Santander y BNP Paribas.

 

 

El juez José de la Mata citó el miércoles como investigados (imputados) a siete directivos del banco español Santander y tres del francés BNP Paribas en el caso sobre un presunto delito de blanqueo de capitales en el suizo HSBC, una pieza que afecta a entidades financieras de la investigación sobre la lista Falciani.

 

 

Hoy el magistrado señaló al presidente del Consejo de Administración de HSBC entre 2006 y 2007, Peter Widmer, a los consejeros delegados en ese periodo, Christopher Meares y Clive Bannister, y a otros cuatro directivos.

 

 

A través de una comisión rogatoria en Suiza, el juez tratará de aclarar si con esta operativa Santander y BNP ocultaron al fisco español y a los organismo supervisores los movimientos de dinero, todo ello con la colaboración de HSBC.

 

 

El HSBC, según los informes periciales a los que alude el juez en su auto, está preparado “para la ocultación del patrimonio y datos sensibles de sus clientes, ya que entre las ofertas de servicios figuran la creación de sociedades pantalla facilitadas activamente por sus gestores”.

 

 

El juez De la Mata precisó que no está demostrado que la sucursal en España de HSBC participara en estos movimientos, razón por la cual ha decidido investigar a la cúpula de la entidad en Suiza.

 

 

El auto está fechado el 18 de enero y es anterior al conocido este miércoles, en el que el magistrado llamaba como investigados a siete directivos del Santander y tres de BNP Paribas por blanqueo de capitales.

 

 

A través de una cuenta denominada Nostro, se realizaron una serie de abonos que permitieron repatriar fondos desde Suiza a España, así como la salida de fondos desde España a Suiza, todo ello en cuentas cifradas que “impiden su identificación”. De este modo, no es posible saber quienes son los beneficiarios ni los ordenantes de las transferencias.

 

 

Entre las operaciones detectadas figura una del 27 de septiembre de 2005, en la cual un cliente de HSBC vendió 1,04 millones de acciones de Bankinter. El vendedor era North Star Overseas, una sociedad panameña de la que era titular Emilio Botín, el fallecido presidente del Santander.

 

 

Las mayoría de las entradas y salidas de capital, señala el auto, se realizaron mediante transferencias ordenadas por los clientes y no en efectivo e, incluso, en algún caso “el gestor advierte al cliente de los riesgos de cruzar la frontera con importantes sumas en efectivo”.

 

 

Estas transferencias, según los informes de los peritos, muestran “indicios para ser sospechosas de blanqueo de capitales”; todo ello se habría articulado a través de “gestores e intermediarios financieros” cuya operativa quedó reflejada en la documentación obtenida en junio de 2016 en las sedes de Santander y BNP Paribas en España.

 

 

grg