Benito Juárez, Emiliano Zapata  y Cuauhtémoc son los nombres que más se repiten en las calles de la Ciudad de México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

 
Además, el Instituto informó a 24 HORAS que, de acuerdo a datos con corte a junio de 2016, existen  dos mil 744 calles clasificadas como “sin nombre”, es decir, aquellos asentamientos que apenas van creciendo y tomando forma debido a la expansión de la mancha urbana, por lo que se hace imprescindible asignarles un nombre que las identifique.

Foto: Daniel Perales

Sin tomar en cuenta a las calles que no han sido nombradas, la lista de nombres la encabeza Benito Juárez, como el que más se repite en las vialidades de la CDMX, con 121 calles.

 

 

 
Le sigue el revolucionario Emiliano Zapata, al contar con 120 vialidades, mientras que Cuauhtémoc, último tlatoani de Tenochtitlan, se ha utilizado para nombrar 101 calles en la capital.

 

 

 
De acuerdo con Gerardo Guízar, experto en historia de la arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el período de la Guerra de Reforma (entre liberales y conservadores) las ciudades de nuestro país utilizaban nombres referentes a hechos religiosos, como es el caso de Jesús, María, Santísima Trinidad y Niño perdido.

 

 

 
Ante ello, luego del triunfo de los liberales, la República decidió enaltecer a personajes emblemáticos de la historia de México, por lo que emplearon principalmente los nombres de los próceres de la patria.

 

 

 
Por otra parte, el INEGI también indicó que 94 calles se llaman Pino, lo que las ubica en la cuarta posición. De esa cifra, el especialista señaló que, por ejemplo, en el caso de la colonia Santa María la Ribera se decidió nombrar con árboles frutales a calles que corren de oriente a poniente y arbustos que no dan fruto, de norte a sur.

 

 

 
“En el caso de los nombres de árboles, eso se dio en la colonia Santa María la Ribera, que era un antiguo rancho de la familia Flores, entonces ellos, para evocar el ambiente campirano, decidieron ponerle los nombres de árboles frutales”, explicó Guízar a 24 HORAS.

 

 

 
Por otra parte, argumentó que también existen vialidades que, debido a la llegada del presidente Porfirio Díaz al poder y la influencia europea y norteamericana que marcó su gobierno, varias calles fueron nombradas con números, como es el caso de “Dos”, “Tres” y “Uno”, que están en las posiciones 9, 10 y 13 en la lista de nombres.

 

 
“Se decide utilizar los números como un elemento de orden de la ciudad (…) y esto es algo que va a facilitar el correo, pero también, al mismo tiempo, se perdía el valor religioso de la nomenclatura urbana”, dijo el experto.

 

 

 
Sobre el cambio de nombres en las calles, en caso de que los colonos no estén de acuerdo con los mismos, Guízar informó que es un proceso complicado, que comienza con una carta firmada por los vecinos, la cual tiene que ser entregada al municipio o delegación.