Juan José Rodríguez Prats no deja títere con cabeza. Resiente el “abandono” de Josefina Vázquez Mota hacia el equipo que la llevó a la candidatura presidencial y dice que el panismo de la candidata “es muy relativo”; acusa a Felipe Calderón de haber “sembrado la discordia” en el PAN y de haber gobernado con “lista negra”; y además sostiene que Gustavo Madero no supo defender al partido.

 

Parlamentario profesional, según él mismo se describe (ha sido diputado federal un par de ocasiones y senador de la República), el panista de origen chiapaneco (priista hasta 1994), autor de más de una docena de libros y actualmente arrinconado en un pequeño cubículo de la Fundación Rafael Preciado, afirma que la mejor demostración de que en el blanquiazul no hay unidad es que se hable de “calderonistas y anticalderonistas”, así como de la llamada “onda grupera”.

 

¿QUÉ SUCEDIÓ EN EL CONSEJO DEL PAN?

 

Tenemos un discurso totalmente ajeno a la realidad, que no resiste el cotejo entre lo que se dice y lo que se hace. Por ejemplo: Felipe Calderón dice que hay que postular a los mejores hombres, y en mi discurso le respondí: ¿Y con los mejores hombres integró su gobierno? Discursos en donde Felipe habla de apertura y hoy más que nunca en el PAN prevaleció lo que muchos denunciaron desde hace años: “la onda grupera”. Creo que una de las manifestaciones más claras de la crisis en el PAN es que se hable hoy de calderonistas y anticalderonistas.

 

DICEN QUE HAY UNIDAD

 

Hablan de lealtad, unidad, sí, ¿pero cómo ha tratado el gobierno al PAN? Diría que Felipe ha sido un sembrador de discordia en el PAN y se perdió su tradición más bella que era el humanismo político.

 

¿POR QUÉ DICE QUE SEMBRÓ DISCORDIA?

 

Porque al llegar al poder empezó: “Quién no estuvo conmigo, quién me hizo mal”. Felipe tiene una magnífica memoria para los agravios, supuestos o reales. Y después se rodea de una serie de jóvenes que cultivan lo mismo: mira a aquél, mira a aquél otro… Ahí comenzó una gran tragedia para el PAN.

 

¿QUÉ PASÓ CON JOSEFINA?

 

Josefina empieza a perder la elección federal en el momento en que gana la interna y se olvida de la gente que estuvo con ella. Nos abandonó. Y desafortunadamente en su equipo empezó una soberbia… Lo primero que debió haber hecho es: “Véngase mi gente”, y no fue así; se cierra mucho, se dejó bloquear. Para mí ese fue el error. Y sobre todo, Josefina nunca se empapó del panismo. Su panismo es muy relativo.

 

AL CONGRESO NO LLEGÓ PRÁCTICAMENTE NINGÚN JOSEFINISTA.

 

Porque Josefina nos abandonó. Ella el 5 de febrero debió haber ido con Gustavo Madero y decirle: “Esta gente la necesito y tú me cumples”. ¿Qué pasó? Pues eso se complementa con un presidente que nada de muertito. Gustavo dejó pasar. Se lo dije: “La democracia requiere liderazgos, no es dejar hacer y dejar pasar”. Por ejemplo, la lista nacional para elegir a los senadores, se anotaron figurones del PAN ¡y se fueron al final! Gustavo no operó. ¿Cómo es posible que Roberto Gil le gane a Luis Felipe Bravo que hizo un sacrificio enorme al ir al Estado de México? ¿O que Mariana Gómez le gane a Tere Aranda? ¿O que Gabriela Cuevas le gane a Juan Antonio García Villa? En el Consejo operaron otras fuerzas desde el gobierno, desde los grupos… Por eso digo: sembró la discordia.

 

¿QUIÉN?

 

¡Calderón! Calderón se metió. La tragedia en este sexenio -y lo dijo Gustavo en su discurso-, es que nunca establecimos una relación acorde. Felipe se metió con todo a designar candidatos, a palomear a los consejeros…

 

¿QUÉ QUERÍA ÉL DEL PAN?

 

¡Un cheque en blanco!, por eso empieza a hablar de traidores. Y lo trágico es que empieza a castigar a quienes hablamos. Con lo que se hace, como la corrupción, hay una enorme condescendencia; pero sí castiga la libertad de pensamiento, se convierte en delito decir cosas. Ese fue el pecado de Manuel Espino, ese fue el pecado de Manuel Clouthier. Y el mío, aunque no me han expulsado, pero sí me vino el bloqueo.

 

¿Y MADERO QUÉ HA HECHO ANTE ÉSTO?

 

Fíjate lo que le dije -porque él dijo: “He cometido desaciertos”, y le respondí: “Gustavo, te he escuchado muchísimas veces reconocer que has cometido errores, pero no veo que los corrijas”. Me recuerda tu gestión el epitafio que está en una tumba en Roma: No hizo lo que pudo, ni pudo lo que quiso… ¡Quédate al frente, pero sé presidente del PAN!, y lo primero que tienes que hacer es hacer respetar al PAN. Y tú has permitido que al PAN se le aplaste, se le avasalle, dejando decisiones a otros ámbitos que no son los panistas.

 

¿A QUÉ ATRIBUYE LA AUSENCIA DE JOSEFINA ACTUALMENTE?

 

Te reitero, no tiene vocación… El panista no es político profesional. El priista es político de riego, el panista es político de temporal. El panista se asoma a la política y se regresa a su casa. ¿No es la misma actitud de Diego en el 94 la que tuvo Josefina? ¿No es la misma actitud de Carlos Medina? ¿No es la misma actitud de Francisco Barrio? El panista carece de la emoción de poder, aunque sí la tiene Felipe. Hizo una amenaza en la reunión del Consejo: “Regresaré como Felipe a secas”, advirtió. ¡Ay Dios!, me quedé temblando. Va a imponer a Margarita en 2018.

 

¿QUÉ GRUPOS SE MUEVEN EN ESTOS MOMENTOS?

 

Hay una corriente interna anticalderonista, que hemos tenido el valor de ser críticos. Y hay una corriente de Calderón de querernos aplastar. Está sentido porque no salió su candidato Cordero, tienen listas negras en la Presidencia (de la República) y hay castigos. Desde que empezó el gobierno, Felipe gobernó con listas negras, no hay duda. Eso le pegó al PAN. No es cierto que haya habido un ejercicio de reconciliación. No ha habido presidente del partido más mezquino, más cerrado, oligarca y más aristócrata que Germán Martínez, y ha escrito un artículo llamando a la reconciliación. ¡Carajo!