Albert Ramos hundió a Andy Murray, y Rafael Nadal a Alexander Zverev en el Masters 1,000 de Montecarlo, y los dos españoles se situaron en los cuartos de final en una jornada en la que se despidió Stan Wawrinka, campeón en 2014.

 

“Mañana es uno de esos partidos que me gusta jugar. Uno de mis torneos favoritos, contra el No. 1 y en un marco incomparable. A darlo todo”, publicó Ramos en las redes sociales el día antes de su duelo contra Murray, a quien doblegó por 2-6, 6-2 y 7-5 en dos horas y 32 minutos, para alcanzar por primera vez los cuartos de final de un torneo de esta categoría.

 

El sueño de Ramos, 24 del mundo, de 29 años se hizo realidad. Ya había derrotado al suizo Roger Federer en Shanghái hace dos años. Hoy le tocaba el actual número uno. Pero para lograr esa gran victoria tuvo que remontar una desventaja de 4-0 en el tercer set, y en el que Murray, tuvo incluso una bola para marcar el 5-1.

 

Al final, y a la segunda bola de partido, el tenista de Mataró logró su objetivo cuando un intento de dejada de Murray acabó en la red. Antes, Ramos había quebrado siete veces el saque de su rival, minando su resistencia y había logrado su primera victoria ante un número uno del mundo.

 

Murray, tres veces semifinalista en Montecarlo, abandonó el Principado derrotado, pero sin quejarse de su lesión en el codo. Su temporada como número uno del mundo solo registra un título, el logrado en Dubai, los octavos de final del Abierto de Australia y la final de Doha. En total 13 victorias, y cuatro derrotas.

 

“Si me hubieran ofrecido este resultado hace una semana o diez días lo hubiera aceptado”, dijo Murray. “No sabía si sería capaz de jugar aquí o no. Para mí, es un progreso si recordamos donde estaba hace diez días”, añadió el de Dunblane que tiene que apretar ahora pues defiende el título de Roma conseguido el pasado año, y las finales de Madrid y Roland Garros.

 

“Voy a necesitar trabajar más. Hay cosas que necesito mejorar, pero no ha estado mal”, zanjó el británico.