Jonathan Paredes es referente en la disciplina de clavados en México, gracias a su talento y presencia internacional.

 

Es originario de la Ciudad de México y tiene 27 años. Vive en España y, tras cada visita a casa, asegura que le sirve como el programa perfecto para recargar pilas y, claro, matar el antojo de unas enfrijoladas o una torta de tamal.

 

Tras una temporada impresionante en 2016, durante la serie mundial de competencias de clavados Red Bull Cliff Diving World Series, Jonathan fue el subcampeón, sólo superado por el británico Gary Hunt. Este año la disputa promete ser aún más dura.

 

 

Paredes no solamente es un atleta que cuida al extremo la posición de todo su cuerpo cuando cruza el agua, también es uno de los clavadistas de técnica más depurada, gracias a las enseñanzas del colombiano Orlando Duque, una leyenda de este deporte. Además, es de los que jamás pierden la sonrisa cuando las cosas van mal.

 

Jonathan comenzó a trabajar en los espectáculos de clavados en el Mundo Marino de la Feria de Chapultepec cuando tenía 15 años de edad. Tuvo su primera oportunidad profesional en 2011, y dos años más tarde conquistó la medalla de bronce en el Campeonato Mundial de la FINA (Federación Internacional de Natación) en clavados de altura en Barcelona, saltando desde 27 metros.

 

Durante el siguiente Mundial, en Rusia 2015, obtuvo una medalla de plata en esta misma disciplina. Jonathan representará a México en el Mundial de Budapest, Hungría, en julio de este año.

 

Junto con Orlando Duque, completó su salto de mayor riesgo en las majestuosas cataratas Victoria, situadas en la frontera de Zambia y Zimbabue, en África. Realizando una pirueta desde 30 metros de altura a través de una densa cortina de agua. Asegura que: “esto es lo más desquiciado que hehecho hasta el momento”.

 

Según Paredes, ser clavadista es saber encontrar el estado mental para retar el miedo natural a alturas impresionantes y lograr concentración completa. “No mucha gente lo comprende, sólo nosotros los clavadistas. Una vez que llegas allí, no hay una manera más fácil de bajar.”

 

otm