Esteban Loaiza, quien hace poco se convirtió en papá, declaró que Jenni Rivera no era una santa, pues lo trataba mal porque tenía un carácter complicado y por eso peleaban muy seguido.

 

Esteban dijo que él jamás la engañó: “A Jenni no le fui infiel ni con Chiquis ni con nadie. ¿Y cómo iba a serlo si las 24 horas del día las pasaba junto a ella? Dejé mi carrera por estar a su lado, y puedo asegurar que fui víctima de sus maltratos y de su mal carácter”. Aunque se amaban, vivió en medio de gritos, groserías y agresiones por parte de Jenni.