Desde tiempo remotos, el teatro sirve al ser humano para enaltecer y enriquecer su espíritu, su mente, su corazón y su cuerpo. También, para crear energía positiva, por eso me gusta practicarlo. Eso manifestó hoy aquí el actor y director francés James Thierrée, invitado por el XLV Festival Internacional Cervantino (FIC).

 

Se trata de uno de los grandes artistas circenses de la escena contemporánea francesa, y se encuentra en esta ciudad para presentar su pieza escénica “La rana lo sabía…” basada en el cuento “El príncipe rana”, de los Hermanos Grimm. Él mismo dirigirá y actuará los días 27 y 28 de octubre a las 17:00 horas, y el 29 al mediodía, en el Auditorio del Estado.

 

Explicó que él es hijo de una aventura teatral, la de sus padres, con quienes viajó a esta ciudad hace aproximadamente 25 años, para presentar “El circo imaginario” en el FIC. “Yo trabajaba con ellos y esa aventura fue mi cuna, mi crisol, mi primer acercamiento al teatro y al circo; pero esa fue la aventura de ellos y ahora, yo estoy construyendo la mía”.

 

Ciertamente, añadió, a partir de ese mundo tan particular, ha creado seis espectáculos de 20 años a la fecha. Con esa media docena de producciones se han ido alejado del circo, ya que para él, lo importantes es poder contar con la curiosidad del público del festival y hacerlos llegar al teatro, para después poder escuchar sus impresiones sobre su trabajo.

 

La obra que trajo a Guanajuato tiene el objetivo de provocar que el espectador proyecte sus fantasías, sus propias historias, y consecuentemente, “en el momento en que yo narre este espectáculo, y el público trate de asignarle una historia, en mi interior se van a unir varias emociones, porque nunca he presentado mi trabajo para una audiencia cervantina”.

 

La rana lo sabía…” es un espectáculo de la Compagnie du Hanneton, de Thierré, y se presenta en el marco cervantino como parte de la oferta artística de Francia, país invitado de honor al XLV FIC.

 

La historia comienza cuando a una princesa le regalan una pelota de oro y se le cae a un estanque. Una rana, muy abusadilla luego luego se ofrece a sacarla con la condición de que la princesa la invite a cenar y a dormir en su cama. Ella acepta.

 

Sin embargo, al final decide no invitar al batracio, quien se hace presente en la noche y, por órdenes del rey, la princesa debe darle de comer de su plato y llevarla a su alcoba.

 

Soporta compartir los alimentos pero en la recámara la avienta contra la pared y la rana se convierte en un guapo príncipe, quien la perdona y se casa sin pensarlo más.

 

El cuento de los Hermanos Grimm, “El príncipe rana”, es el punto de partida para que el actor y director James Thierrée, construya una nueva historia, una reflexión escénica en donde se mezcl an la danza y el teatro, la realidad y fantasía. El artista informó que llega a Guanajuato después de una larga gira en la que ha recorrido diversas ciudades de Europa.

 

La propuesta escénica tiene el sello de Thierrée, quien como actor de cine tiene en su currículo participaciones en “Los libros de Próspero” y “Genealogía de un crimen”. En 1999 fundó la Compagnie du Hanneton, con la que ha montado, “La symphonie du Hanneton”, “Tabac rouge” y “Au revoir parapluie”, que ha presentado en varias ciudades del mundo.

 

fahl